M E R C H A N    E N    D I R E C T O

@pedromartinper || Lo que parecía una utopía hace dos semanas, se está convirtiendo en una realidad. Después de los 28 goles encajados en las primeras 15 jornadas, el Málaga ha sido capaz de mantener, por segunda vez consecutiva, la portería a cero.

El partido de hoy era una prueba crucial para saber hasta dónde podía aspirar el equipo malacitano. Contra un equipo con la capacidad goleadora que está teniendo la Real, era importantísimo mantener seguridad defensiva, y el Málaga lo ha conseguido. La línea zaguera, a pesar de algún error que no ha llegado a mayores, ha mostrado una solidez que le ha llevado a sumar los primeros puntos lejos de La Rosaleda. Roberto Rosales, que estuvo durante los 90 minutos apercibido de sanción, cuajó un gran partido, sin dejar espacios a Januzaj y sin amarilla. Por lo tanto, sí podrá jugar contra el Betis. El otro lateral, Diego González, estuvo más incómodo en esa posición a la que no está acostumbrado, y se le nota. En el primer tiempo dejó un vacío que aprovechó tanto Odriozola como Oyarzabal. La segunda mitad fue todo lo contrario, el descanso sirvió para retocar aquellos fallos que podía desequilibrar la balanza a favor de los donostiarras. A partir de ahí, Diego González no permitió ninguna conducción del joven extremo y cerró los huecos que había dejado anteriormente.

La pareja de centrales estuvo de diez. Tanto Luis como Baysse desconectaron al hombre gol de la Real Sociedad, William José. Todos los balones aéreos tuvieron un único destino, la cabeza de algún defensa malaguista. Por fin se consolida la pareja franco-española. Dos partidos seguidos manteniendo la portería a cero. De ahí que el conjunto malacitano haya sido capaz de sumar cuatro de los seis puntos en las dos últimas jornadas. El empate ante el Levante y la victoria de hoy inyectan de moral a un equipo que si es capaz de mantener este rigor defensivo, se puede soñar con salir de los puestos de abajo más pronto que tarde.