Compartir esta publicación
Ana Peláez, estrella emergente del golf español, pasa por el micrófono rojo para hacer balance de este 2021 «muy movido«, su primer curso como profesional. La malagueña, de 23 años, ya tiene en mente estar en esa Solheim Cup de 2023, pero antes hay que hacer los deberes. Una experiencia en Augusta National «incomparable» a cualquier otra cita. Y otros temas, en la retina aún ese Open de España y cómo afronta la temporada que está a punto de arrancar. No hay que perderle la pista.
Un 2021 de locura. «Sí, pero también de aprendizaje. Hace unos días, hablando con mi equipo, sacamos de conclusión que ha sido una temporada muy movida, tanto en el tema personal como el profesional. Llevo una semana de descanso, que era también muy necesario, y a comienzos de año empezamos con el plan. Súper fuerte y motivada para que haya muchos éxitos en 2022».
Dar ese gran paso. «Diría que sí. Tanto en el circuito amateur, acabar en un nivel muy alto, y luego empezar en el mundo profesional. Han pasado una serie de cosas que me van a ayudar muchísimo en el futuro sobre todo».
La Solheim Cup 2023, en el horizonte. «Para llegar a esa meta, hay que hacer las cosas bien este año. Tengo un calendario con muchos torneos y objetivos por delante. Vamos a intentar llegar al éxito, lo más arriba posible y darme la oportunidad, al menos, de poder clasificarme para esa Solheim Cup tan especial».
Si ha tenido contacto con Susan Petersen, capitana. «Pues últimamente no. La conocí en 2015, cuando jugué la edición junior. Me identifiqué muchísimo con ella, con una personalidad muy arrolladora. No he vuelto a coincidir con ella, pero no estaría mal hacerlo en 2023″.
Pasado Open de España, celebrado en Los Naranjos. «La verdad que es un torneo que me encanta, tanto el año pasado como este. No sé si es por el ambiente o porque se juega en casa, pero siempre me siento muy cómoda y súper contenta. Como que puedo sacar mi mejor versión jugando a golf; y aunque la victoria no haya llegado es una cita que tengo mucho cariño».
Un buen papel. «Me quedé cerca del Top 10, a un golpe solo. Fue una gran semana, aprendí un montón. El juego salió después de un torneo anterior regular así que el balance es muy positivo».
El mayor logro de la temporada. «Qué buena pregunta. A día de hoy, nada se puede comparar a jugar el Augusta National Amateur. Es un torneo que llegué y pensaba que ganaba, que lo podía hacer perfectamente (quedó duodécima). Pocas veces me había sentido con tanta confianza».
Jugar en este prestigioso campo. «La experiencia fue muy buena. Creo que no se puede resumir con palabras lo que uno siente cuando lo pisa. Estuve viendo muchos videos. Lo que se ve en la televisión e impresiona tanto, una vez estas ahí te llena todo lo que ves alrededor. Y por supuesto toda la historia que tiene detrás. Debería estar en la lista de sueños visitarlo al menos una vez en la vida».
Preparación para lo que se viene. «Justo ha salido el calendario hace unos días. Tengo que analizarlo con mi equipo. Iremos por Europa y Estados Unidos; no sé exactamente aún qué torneos voy a jugar a estas alturas«.
La afición al golf por Germán, su padre. «A día de hoy, de manera anecdótica (risas), ya le hemos dicho que se puede dedicar a ser padre. Todo lo demás, lo lleva mi equipo. Ya puede relajarse, disfrutar del golf, de su hija, familia, etc. Sigue siendo de apoyo porque al final cuentas con él para cualquier detalle, de tema de logística o hay algo que solucionar, siempre está ahí. Las cosas de los torneos, organización y tal, ya se encarga mi equipo».
Ana Peláez en el Open de España en Los Naranjos GC / MARCA