La Rosaleda perderá fuerza

Si ya de por sí es alarmante el ambiente en el Málaga con hasta doce positivos en la primera plantilla, el Consejo Interterritorial golpeó ayer donde más duele. La Rosaleda perderá fuerza en 2022 -o al menos en enero- tras conocer la reducción del aforo en recintos deportivos al aire libre al 75%. En otras palabras, el templo de Martiricos podrá acoger, como máximo, unos 22.500 espectadores aproximados en las visitas de Sporting -cuyo foco de contagios es considerable- e Ibiza -con Paco Jémez en el banquillo-.

Todo ello en el peor tramo de la temporada con José Alberto y el malaguismo en pleno divorcio. Y no solo eso, sino que la Costa del Sol ya no es el fortín infranqueable después de las dos derrotas consecutivas ante Amorebieta y Leganés. Además, la asistencia se ha visto mermada incluso sin restricciones. Lo que fue un registro colosal con 22.128 almas en las gradas contra Las Palmas se marchó como el viento en el último duelo del año… con 14.751 localidades ocupadas frente a los madrileños.

Y el colmo llega a la parroquia cuando ven el historial del conjunto boquerón lejos de casa sin ganar en Liga desde el 4 de abril en Lugo. Una doble preocupación que se suma a la lista de bajas en la enfermería con Juande, Ramón, Paulino, Luis Muñoz, Jozabed, Kevin, Brandon Thomas por ciclo de amarillas… El Málaga está al límite y, por si fuera poco, La Rosaleda perderá fuerza por año nuevo con un 25% menos de aforo para frenar a Ómicron, quien se está cebando en Segunda.

Imagen de La Rosaleda | FB