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El nombre de uno de los protagonistas de está muy ligado al Málaga. Fue jugador blanquiazul, aunque no debutó en Liga, pudo volver en 2019, pero no lo hizo y acabará siendo rival hoy en un partido crucial. Así es la vida. Su nombre es Roberto Santamaría y hoy será el portero del Amorebieta. El arquero fue jugador malaguista en la campaña 2009-2010, donde luchó por un puesto junto a Munúa y Arnau, que ya estaba casi retirado. Su paso por el Málaga es casi anecdótico. El meta solo jugó cuatro partidos en la Copa del Rey. En Liga, el dueño de la portería fue el uruguayo en aquel mítico curso de la permanencia agónica con Muñiz.
La historia dio un giro brutal. Roberto se marchó al curso siguiente. Después de jugar en Martiricos lo hizo en Girona, Ponferradina, Osasuna, Mallorca, Reus, Huesca, Rayo Vallecano, Logroñés y ahora en el cuadro vasco. En 2019 estuvo muy cerca de regresar al Málaga. Tras no poder fichar a Raúl Lizoain, Caminero estuvo negociando con el meta que llegó a tener todo acordado para ser la competencia de Munir en un año duro en el Málaga (temporada 2019-2020). El fichaje no se cerró. Finalmente, Roberto Santamaría firmó por el Rayo aquel verano.
Ahora, se vuelve a cruzar con el Málaga en la final de esta tarde en Lezama. “En la familia siempre nos ha tirado mucho Málaga desde que mi tío estuvo allí. Él suele bajar mucho y yo algún verano también me he escapado porque tengo algún amigo y alguno que ha jugado conmigo como Pozo también es de allí. En la familia a todos nos ha encantado, de hecho mi tío se quiere comprar una casa por ahí”, comentó el curso pasado el portero. Un amigo y un rival, eso tendrá el Málaga hoy en contra.
Foto: Pepe Ortega