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Gonzalo de los Santos también fue protagonista de honor en el programa especial de Radio MARCA Málaga desde La Rosaleda con motivo del I Torneo Jorge Ramos. El que fuera mediocentro blanquiazul y campeón de Liga con el Valencia en 2002 le dio bola a todo lo relacionado con la actualidad del Málaga e insiste en lo rápido que debería ser el cambio de la administración judicial a una presidencia futbolística. Y con recado para este mercado de fichajes que se avecina: «Hay que firmar hombres y no nombres».
“Creo que, más allá de la nota, lo importante es hacer un balance y analizar el fútbol desde fuera. En la interna como con Manolo Gaspar se ven más los detalles y el para qué. Lo que sí es que fue una temporada mala en la que se comenzó muy fuerte en casa con cero puntos fuera. Nunca tuvimos esa posibilidad de hacer buenos partidos fuera hasta que nos cogieron el ritmo en casa y llegó la racha negativa. Y hasta que llega Pablo Guede, pero era un poco tarde. Nos salvamos con la ayuda de dos equipos, Sanse y Amorebieta”.
«El nivel institucional del Málaga no es el acorde a jugar en Segunda»
“Pensé que el Málaga en la segunda vuelta iba a dar un golpe de efecto y fue todo lo contrario. El fútbol no tiene memoria y esos problemas que pensábamos que eran menores van trascendiendo. El nivel institucional del Málaga no es el acorde a jugar en Segunda y todos sabemos que lo institucional llega al vestuario. Nerviosos, ansiosos… El 70% de la plantilla está a préstamo…”.
“Urge en el Málaga una reestructura, pero no para sacar a lo que hay, sino para sumar a lo que hay. Urge un director general o un presidente con un Consejo que baje la línea a aquellos cargos en el club. Director de marketing, director deportivo, director administrativo… Tienen que tener una persona que les diga si hacen el trabajo bien o no. El administrador judicial hace el trabajo económicamente, tienen que tener una persona que haga un diagnóstico de situación. Que baje a tierra, dé los pros y contras… La libertad de trabajo en zona de confort no es bueno para nadie”.
«El error es el mejor profesor y a Manolo le ha venido como anillo al dedo»
“Que el club esté intervenido con un aspecto judicial y que no se acelere es contraproducente en todos los sentidos. Se va a trabajar de la misma manera, no se va a saber si están haciendo las cosas bien o no. ¿Qué hay que hacer? Tratar de acelerar la gestión judicial. Si no, los seis, siete grupos inversores no van a caer en un club con tanta incertidumbre. El tema no es sencillo, pero hay que salir de esto”.
“Lo primero que hay que hacer es una reunión administrador-entrenador-director deportivo. A dónde quiero apuntar, cuál es mi objetivo para la próxima temporada, qué sistema, cuál es tu segundo, esto son los futbolistas que voy a necesitar… Urge lo que sea. El director deportivo le plantea Plan A-B-C y el entrenador elige qué jugador le seduce más para su fútbol. El verano va a ser larguísimo, pero el error es el mejor profesor y a Manolo le ha venido como anillo al dedo. Saber rodearse. Solo el hecho de ser malagueño no alcanza en el fútbol profesional. Que se rodee de personas que tengan incluso más conocimiento que él. A partir de ahí, hay que ver si se puede”.
«Le puedo decir a Pablo que confíe en lo que puede dar y que no se calle la boca»
“A Pablo lo vi en el Anexo, pero no he mantenido contacto con él. Jugamos también con Manolo, pero no me gusta introducirme en el trabajo de los demás, no me gusta invadir”. “Lo que le puedo decir es que confíe en lo que puede dar y que no se calle la boca. Que pida el futbolista que sea necesario para su estilo, si no puedes empezar mal. Terminó con esas dos derrotas y ya está cuestionado, el fútbol no tiene memoria. Lo que tiene que hacer es descansar y él sabe al Málaga que vino. Confío en Pablo, en Manolo y a trabajar duro”.
“Eso para mí es fundamental. Hay que firmar hombres y no nombres. Hay que tener muy bien ojo, porque Primera no es Segunda. Hay líderes, pero llegó la mala suerte de que se lesionó Luis Muñoz. No es un líder natural, pero sí un líder futbolístico”. “Ojalá Dios quiera. A mí no me gusta ser invasivo, respeto a todos y estoy para apoyar en lo que sea. Ojalá Dios quiera”.
El uruguayo prefiere mantenerse al margen de la rueda | Jorge Cabrera