Guede queda tocado tras su divorcio con la grada

Cuando Sánchez Sánchez decretó el final del partido, Pablo Guede recibió la que ya es la segunda gran bronca de la temporada. La afición malaguista se cebó contra el entrenador al grito de “Guede, vete ya”. Un cántico que no sorprendió al técnico que en la sala de prensa de La Rosaleda habló de “falta de paciencia” con su equipo. Lo cierto es que la situación recuerda demasiado a la tormenta que se generó tras el 0-5 del Ibiza en La Rosaleda. Aquella se llevó por delante a José Alberto López, curiosamente hoy en la grada de Martiricos viendo este Málaga – Albacete. Pablo Guede queda muy tocado y habrá qué ver cómo evoluciona este tema en las oficinas.

Los cánticos sonaron rotundamente tras el pitido final del árbitro. Durante el choque, el público malaguista aguantó estoicamente. Más si cabe tras los dos goles de Albacete en apenas seis minutos, que incendiaron el ambiente. La grada lo intentó pero el equipo no acompañó. En los minutos finales del partido, La Rosaleda presentó un silencio sepulcral. Ni pitos, ni aplausos. Es como si la gente estuviese esperando el final para explotar. 

El entrenador no quiso hablar mucho del tema. “Es normal. No tengo nada que decir a la gente. Saben lo que pienso. Es soberana y se expresa como quieren. En ese sentido no tengo nada que decir”, explicaba el argentino. Un Pablo Guede que será este lunes tema de conversación en la rueda de prensa que tendrá a Manolo Gaspar como protagonista. El director deportivo tendrá que responder sobre el tema estrella, la soberana pitada del entrenador. La realidad es que la figura de Pablo Guede queda mal, muy tocado el puesto del entrenador. El Málaga vuelve hoy al trabajo en una sesión matinal conjunta y poco habitual con el filial a primera hora de la mañana. Una situación extraña para la jornada 4 de la competición. 

Guede contempla el partido mientras Tapia y Bravo realizan correcciones tácticas | Marilú Báez