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El Unicaja ya cuenta con Melvin Ejim, el jugador que mejor representa la nueva identidad del proyecto. Físico, energía y músculo al servicio de un equipo que ha carecido de estas tres facetas en los últimos tiempos. De forma accidental, ya que el plan A de la dirección deportiva era hacerse con Thomas Wimbush, se activó su regreso en una decisión que «fue tomada en horas». El internacional por Canadá, ojito derecho de Nick Nurse, seleccionador y también técnico de los Raptors, reconoce que tiene una gran cuenta pendiente en el conjunto malagueño.
«Fue un año complicado por Covid, además con dos lesiones importantes: en el tobillo y gemelo. Nunca me había pasado esto. Evidentemente no fue el año que esperaba. La experiencia ese año fue buena con entrenadores, compañeros, pero no salieron las cosas como queríamos. Me gustaría hacer todo aquello que no pude hacer. Espero que esta vez pueda ofrecer una mejor versión mía, fue una gran experiencia y tengo la suerte de tener otra oportunidad», recuerda el jugador de aquella temporada 19/20, en la que el club decidió tras la Fase Final de Valencia no prolongar su contrato por una temporada más; una decisión que sorprendió por las muestras que había dado el jugador mientras su físico se lo permitió.
En un clima más favorable, ligado a un Ibon Navarro que suele sacar todo el partido a este tipo de perfiles, el deseo es ver a un Ejim diferente. «He cambiado un poco. Lo que más ha variado en estos años es mi madurez y mentalidad. Tú puedes tener un año bueno o malo en cualquier aspecto: en el tiro o desde el tiro libre. Pero lo importante es tener la mentalidad para poder mejorar y saber que necesitas hacer para ayudar al equipo en pista».
Melvin Ejim, durante su presentación / UNICAJABFOTOPRESS