El Unicaja, súper campeón de la Copa del Rey 2023

El Unicaja soñó, y lo logró. Los verdes se proclaman ganadores de la Copa del Rey 2023 de Badalona. En cuartos de final, el Barça; en semifinales, el Real Madrid, y en la final, el Lenovo Tenerife. Qué mejor final para esta enorme edición. Una gesta nunca lograda en la competición copera, la de ganar a los dos grandes antes de la cita de cierre. Málaga se lo creyó, el Unicaja se lo creyó, y lo consiguió. Tyson Carter fue el hombre del encuentro. La segunda parte fue suya, con letras en mayúscula, y dinamitó la final. Otro jugador clave fue Kalinoski, que desde el 6,75 remontó el encuentro. En conclusión, el segundo galardón para la vitrina del club malagueño (80-83).

La cita se preveía intensa, y así fue. Los quintetos iniciales de ambos equipos daban todo sobre el parqué, y no tardaron en llegar las sustituciones. La segunda rotación era efectiva en sendos clubes, tanto fue así que Fran Guerra y y Tyler Kalinoski detonaron el final del primer cuarto. Asimismo, el tiro libre volvió a ser crucial sobre el parqué, pues acudieron los aurinegros en varias ocasiones al 4,60. Una pequeña ventaja para el Lenovo Tenerife se palpaba al terminar el cuarto inicial pero, prácticamente sobre la bocina, Kalinoski acertó desde la larga distancia y ponía por delante a los verdes (16-17).

La dinámica del segundo cuarto cambió radicalmente. El cuadro de Txus Vidorreta metió una marcha más y ponía contra las cuerdas, en campo defensivo, al Unicaja. Giorgi Shermadini, y sus brazos inmensos, debilitaban la defensa de los malagueños, así como la magia de Jaime Fernández en el manejo de balón. A Ibon Navarro no le quedó más remedio que parar este potencial ofensivo (a falta de 5:37 para el descanso y con el marcador de 30-26). Las malas decisiones del los de verde y morado les penalizaron en ataque, y no aprovecharon el pronto bonus rival. Pasaban los minutos y el equipo de la Costa del Sol cambió ligeramente, gracias a su máximo artillero en el día de hoy, Tyler Kalinoski. Para cerrar la primera mitad, con todo un clásico, Marcelinho Huertas metió un triple sobre la bocina que sirvió para que los suyos obtuviesen una ligera ventaja (39-37).

Volvieron de vestuarios con un objetivo en mente, revertir la situación. Y así fue. Un parcial de 7-0 cambio las tornas del encuentro. Pero la reacción fue instantánea por parte del Lenovo Tenerife. Dos excajistas (Salin y Shermadini) volvieron a poner por delante a los suyos. Como a Ibon no le gustaba lo que estaba observando sobra la pista decidió gastar un tiempo muerto (48-44, a falta de 5:50). El toque de atención no obtuvo sus frutos, y Marcelinho Huertas y Bruno Fitipaldo siguieron disfrutando de la defensa blanca (el Unicaja lució su Segunda equipación en la final). La ocasión lo merecía, y volvieron a recortar diferencias los malagueños, nuevamente desde la larga distancia con los francotiradores estadounidenses. Txus Vidorreta no se lo pensó, y tuvo que parar el recital exterior de Tyson Carter, antes de llegar a los últimos diez minutos con tablas en el luminoso.

El Pabellón Olímpico de Badalona rugía porque sabía lo que estaba en juego. Nada más y nada menos que el trofeo del K.O. El poco a cierto que tuvo el Unicaja a lo largo de la disputa de la final cambió radicalmente. Esta vez fueron Jonathan Barreiro y Dylan Osetkowski los encargados de abrir brecha sobre el parqué (69-77, a falta de 3:09 para que terminase el partido). La diferencia de ocho tantos se estancó, y se llegó al minuto de infarto con (72-80) en el marcador. Shermadini se encargó de recortar de uno de uno, pero el título ya tenía dueño y señor: el Unicaja. Para cerrar el evento, cómo no, hubo una decisión arbitral de por medio: una antideportiva del pívot georgiano a Osetkowski. Finalmente, otra gesta histórica del Unicaja (80-83). ¡Campeón de la Copa del Rey! La segunda se va para Málaga.