El Málaga fue gravemente perjudicado ante el Nástic

El arbitraje del vasco Daniel Palencia Caballero no dejó indiferente a nadie en la ida de la final del playoff de ascenso a Segunda División entre Málaga y Nástic. Una secuencia de numerosas acciones polémicas no dejó contento a ninguno de los dos equipos con el colegiado guipuzcoano. Desde Tarragona se sienten muy afectados por el trasncurso de las distintas decisiones arbitrales durante el partido. Sin embargo, fue el Málaga quien quedó gravemente perjudicado ante el Nástic.

En primer lugar, hay que partir de la gran cantidad de acciones merecedoras de cartulina amarilla en los 90 minutos a jugadores del Nástic, concretamente a su línea defensiva. Una zaga que desde el minuto cero provocó a Roberto con constantes agarrones, golpes y faltas que quedaron sin señalar. Por otra parte, la facilidad con la que el colegiado mostraba tarjeta amarilla a los jugadores del Málaga, con una disparidad de criterios más que evidente.

De hecho, la primera parte se saldó con los dos centrales titulares del cuadro blanquiazul amonestados. La tarjeta a Juande es cuanto menos irrisoria, ya que el central se impuso físicamente al jugador del Nástic y en ningún momento comete falta. Esto obligó a Sergio Pellicer a hacer un cambio al descanso para evitar riesgos en su retaguardia.

Sin embargo, el malaguismo está encendido con una acción en el minuto 16 en la que Trigueros, último hombre del Nástic en la jugada, comete un penalti de libro sobre Roberto, cuando este se dirigía solo en el mano a mano ante Varo. Un derribo más que obvio que podría haber cambiado sin duda el rumbo del partido. «Al caer el defensa cae en mis piernas. Creo que es penalti, pero las decisiones del árbitro hay que respetarlas”, decía el ariete cordobés en rueda de prensa.

Pero, no fue la única infracción dentro del área que el Nástic cometió sobre Roberto en el partido. En la segunda parte, en el minuto 65, el de Puente Genil fue arrollado hasta por dos defensores en el segundo palo tras un centro de Kevin Medina.

El Nástic se queja de varias acciones que favorecieron al Málaga y que estuvieron bien pitadas. La primera, el agarrón clarísimo a Einar Galilea dentro del área que supuso el penalti del segundo gol. Y por otro lado, el primer tanto de Roberto en el que Alan Godoy metió la pelota dentro del campo. El delantero visitante intentó tirar de pillería y acabó perjudicando a su equipo. Por lo tanto, el Málaga fue gravemente perjudicado ante el Nástic.

Foto: Javier Díaz