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El Málaga CF se prepara para la jornada 2 de LaLiga Hypermotion y el debut en La Rosaleda esta campaña. Como es habitual, el entrenador del cuadro blanquiazul, ha comparecido en la rueda de prensa previa al choque ante los medios y evidentemente ha sido preguntado por dos de los nombres propios en la capital de la Costa del Sol en las últimas horas. El de Nules ha mandado un mensaje para Kevin y otro para Álex Calvo.
El club de Martiricos rechazó en última instancia una oferta de 800.000 euros por Kevin Medina que llevaba la firma del Granada CF. Un ‘no’ rotundo del jugador malaguista y también de la dirección deportiva del club de La Rosaleda. El Málaga no está dispuesto a deshacerse de Kevin pese a que el contrato del jugador del Llano de la Trinidad se acaba en junio de 2025. “No he hablado con Kevin. Ha entrenado normal, más allá de alguna pequeña molestia. Me mantengo al margen. Es un jugador con el que cuento. Lo veo bien, el otro día dio una muy buena versión”, decía el técnico de Nules.
Por otro lado, en la mañana de este jueves saltaba una noticia que ha causado cierto morbo en el ambiente malaguista. El exblanquiazul Álex Calvo ha sido cedido al CD Mirandés en vísperas del enfrentamiento de este fin de semana y sería acelerada, pero posible, su presencia en La Rosaleda dentro de dos días. “Le tengo un cariño muy especial a Álex Calvo. Es un chaval que ha crecido aquí. Le desearé toda la suerte, pero al final de nuestro partido«, declaraba Sergio Pellicer, que fue quien le hizo debutar hace dos campañas en el fútbol profesional.
Foto: Javier Díaz
2 Comentarios
Rafael
Me alegraré siempre de que el Málaga le vaya bien por la ciudad, por la afición y por los jugadores no así por la prensa faltona con casi todos los equipos de Andalucía en especial radio marca con Merchan a la cabeza esa persona le quita prestigio al Málaga y a su afición no es digno de representar nada.
Javier
Los jóvenes del Málaga deberían aprender en cabeza ajena, y hablo de Alex Calvo que dejó el Málaga, dónde podía haber madurado y convertirse en un gran futbolista siendo un referente del equipo, para comenzar a deambular sin afianzarse en otros equipos que no son ni mucho menos mejores, ni con más aspiraciones. La ambición rompe el saco.