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Cuando pasen los años la afición cajista recordará el ciclo de Ibon Navarro, que espero se perpetúe mucho en el tiempo, como uno de los más brillantes de su historia. El Unicaja ha convertido ganar títulos en una extraordinaria normalidad. Extraordinaria, porque conseguir cada temporada uno o dos títulos no es sencillo y menos frente a rivales de nivel, se diga lo que se diga por los negacionistas de esta nueva realidad del cuadro malagueño.
Normalidad, porque estos jugadores se están convenciendo de que si juegan al nivel de exigencia que el técnico les pide son capaces de ganarles a cualquier rival que se les ponga por delante. Para ganar la Copa del Mundo de la FIBA, el Unicaja ha tenido que proclamarse campeón de la BCL y quitarse además el estigma de haberla perdido cuando organizó la Final Four en Málaga.
Con anterioridad, los malagueños ganaron en Badalona una Copa del Rey inédita pues nunca antes ningún club ganó la competición derrotando en una misma fase final al Real Madrid y al FC Barcelona. Y la temporada pasada además de ganar la competición internacional europea de la FIBA fueron campeones de la fase regular de la Liga ACB. Cuestión que no es baladí porque casi se cumplieron tres décadas sin que ello ocurriese. En consecuencia se está viviendo un momento para la historia que conviene disfrutar en su justa medida pero sin dejar de hacerlo.
El séptimo título ya viaja desde Singapur a las vitrinas del club cajista después de un más que brillante triunfo frente al conjunto de la NBA G-League (75-60). El Unicaja ha dominado de cabo a rabo la competición y con mano de hierro ha demostrado al impresentable de Juan Toscano que no es que su Liga sea peor que la Liga ACB sino que igual el problema es otro. Básicamente que ėl no tiene ni categoría, ni educación para jugar en ninguna de las dos competiciones y aún menos en la NBA en un futuro.
Lo que ya es obvio es el que el tándem Ibon Navarro – Alberto Díaz funciona de maravilla y así siguiera siendo sobre la cancha. Porque el otro tándem, el de López Nieto con Juanma Rodríguez está siendo una bendición para este club. Dylan Osetkowsky fue el MVP de la final disputada en el Singapur Indoor Centre e Ibon Navarro volvió a ser un caballero del deporte acordándose de Will Thomas y Augusto Lima en la rueda de prensa posterior por su esfuerzo de la temporada pasada para que el equipo disputase este título Intercontinental.
La FIBA tiene un nuevo CAMPEÓN INTERCONTINENTAL y la capital de la Costa del Sol es la protagonista. MÁLAGA ES LA CAPITAL DE LA FIBA, por derecho propio, la apuesta del presidente Antonio Jesús López Nieto ha salido de cine. Y como se suele decir, el que se pique ajos come. Desde hoy UNICAJA ES EL CAMPEÓN DEL MUNDO DE COPA INTERCONTINENTAL DE LA FIBA, ahí queda éso.
¡Memoria, Compromiso y Fe!, sobre todo esto último.