«Puche puso a la afición por delante de la propiedad»

Como tantos malaguistas en la mañana del sábado recibí con enorme pesar la noticia del fallecimiento de Fernando Puche, el último presidente de verdad del Málaga CF. Durante los años en los que estuvo en el club, primero junto a Federico Beltrán y Eduardo Padilla (q.e.p.d.) y después como presidente, su personalidad no le hizo pasar indiferente. Puche, entre otras muchas batallas, plantó cara a la propiedad en aquella celebración del ascenso a Segunda División cuando llevado por la euforia y en el balcón del Ayuntamiento, levantó la mano de Joaquín Peiró y gritó a la masa de aficionados “aquí tenéis a vuestro entrenador para la próxima temporada”, todo un desafío como digo a la propiedad que ostentaba el grupo Bahía que ya tenía previsto dar largas a Peiró y contratar a otro entrenador que aguardaba en la ciudad el anuncio de su fichaje.

Puche fue un hombre hecho a sí mismo, de los de la ‘Universidad de la calle’, marcado por la polémica en sus actividades profesionales, pero profundamente malaguista y en la poltrona de La Rosaleda todo un ejemplo de cómo había que defender al club, no como otros que se dan golpes de pecho presumiendo de malaguista por los platós de televisión que solo buscaron el lucro personal, o el jeque twittero lunático, así como el administrador judicial que busca perpetuarse en el sillón y que actúa como si fuera un presidente de la entidad que no es. Impulsivo como ya he dicho, de él guardaré para siempre su imagen en el palco del Camp Nou cuando el Málaga se impuso por 1 – 2 al Barcelona de Van Gaal, o una frase que un día me dijo previo a que diera comienzo un partido: “Velasco, lo más importante en esta vida es la familia”. Mis condolencias más sinceras a su hijo Fernando y a todos sus seres queridos. ¡Qué minuto de silencio más emotivo marcado por una gran ovación del malaguismo! D.E.P.

Del partido contra el Huesca no puedo obviar el homenaje de la afición a Antonio Hidalgo, actual entrenador del equipo aragonés. ¡Cómo olvidar lo que representó como jugador su paso por el Málaga! 

Siete días antes en Córdoba, dije que el equipo dirigido por Sergio Pellicer no tuvo ambición. Algunos comentarios disculpaban la falta de actitud en las bajas con las que el Málaga llegaba al Arcángel, pues bien, frente al Huesca la lista de ausencias por lesión era mayor y durante el primer tiempo, la ambición que no existió contra el Córdoba fue determinante para que los tres puntos se quedaran en La Rosaleda. Por el contrario, la segunda parte no me gustó nada porque, aunque el Huesca dio un paso al frente, el Málaga dio dos para atrás. Menos mal que los oscenses no encontraron la portería de Alfonso Herrero, y el Málaga se movió en el fútbol del cerrojazo donde parece que Pellicer se encuentra más cómodo, pero donde más sufre el malaguismo. 

Fuera como fuese, y estilos de juego al margen, nadie le puede negar al técnico de Nules el mérito que representa tener al equipo invicto con nueve puntos, más cerca de los 50 o 52 necesarios para alcanzar la salvación, y quién sabe hasta donde se puede llegar. Hay que ser ambicioso pero lo primero es asegurar la salvación, después….

PD: La Rosaleda cuenta con un aforo de 30.000 localidades, la impresión a simple vista era de rozar el lleno. Según el club acudieron a las gradas 26.669 personas. ¿Tanta gente se cuela o es que los tornos, un día más, restan más que cuentan? Qué alguien lo explique, por favor. 

La última, ¿es normal el alto número de lesiones musculares que está padeciendo la plantilla y lo que tardan algunos jugadores en recuperarse de sus lesiones?

José Manuel Velasco

Redactor Onda Cero Málaga