«Los detalles descosen a este Málaga»

Dicen los entrenadores que son los pequeños detalles los que deciden un partido, y fue uno de ellos el que privó al Málaga de sumar una victoria muy trabajada sobre el Almería. Un mal control de balón, una mala lectura del momento en el que nos encontrábamos de partido, y conceder una última bala al rival en forma de saque de esquina, fueron los detalles que sirvieron al trasatlántico rojiblanco para llevarse un punto de La Rosaleda. El fútbol no entiende de recompensas para los esfuerzos generosos cuando cometes un error, porque éstos se pagan y más cuando te enfrentas a un equipo con jugadores de mayor calidad.

Este Málaga irreconocible en su periplo por Valencia, volvió a ser el equipo del esfuerzo generoso, al que por la inferior calidad de sus jugadores no se le puede pedir más que la lucha. Esta vez sí le sonrió la fortuna en forma de gol de carambola con Dioni que volvió a demostrar que mientras no haya otro mejor que él en la plantilla, es el delantero titularísimo por lucha, pundonor, esfuerzo generoso y porque si le llega un balón en condiciones al área, es capaz de rematar y hasta de marcar. 

Por otro lado, estoy seguro de que por muchas horas que pasen, Víctor García seguirá lamentándose de su fallo garrafal que propició la última opción de marcar para el Almería. Otra cosa que también se debe hacer ver el lateral izquierdo, y con él Sergio Pellicer, es que estuvo desbordado durante la práctica totalidad del partido por su banda, bien porque no podía frenar a su par, bien porque no encontró la ayuda de Kevin. Fue el canal que encontró el Almería en ataque y que, por fortuna, no materializó. Luís Suarez, menudo jugador para la categoría de plata, se fue sin marcar, algo que dice mucho a favor del Málaga.

El punto sabe a poco, pero el partido sirvió para recuperar las sensaciones que no se vieron frente al Levante y Castellón. Lo malo de sumar 11 empates y solo cuatro victorias, es que la distancia con el descenso no permite relajación. La semana que se avecina es de traca, con tres partidos donde los duelos ante el Burgos y el Eldense ya son finales. Por supuesto, no olvidemos que en Gijón ante el Sporting acabará la primera vuelta y los de Pellicer tienen la obligación de sumar victorias para no verse en apuros.

Otra cosa, no olvido la esperpéntica semana que ha tenido que vivir el malaguismo. La resolución del ‘caso Horta’ ha sido bochornosa. ¿Cómo entender que teniendo la resolución favorable de la FIFA, el Sr. Muñoz y compañía se conformen con las migajas? Es increíble una explicación tan errónea en el transcurso de la rueda de prensa convocada por el administrador judicial con aires presidenciales. Es patético que el director general tuviera que salir después a pedir perdón por que el Sr. Muñoz no sabía lo que se había firmado. El papelón de Kike Pérez es de sonrojo porque también tuvo que pedir disculpas por aquel mensaje que transmitió tiempo atrás aseverando que las arcas de La Rosaleda percibirían 7 millones de euros. El ridículo es histórico, sin olvidar que el mismo club que se ríe de ti es al que le malvendiste a Roberto el verano pasado. No se preocupen, nadie va a dimitir. 

Eso sí, ya sabemos de su propia voz que el Málaga CF es el Sr. Muñoz, como Roma era Julio César. Duele que un administrador judicial proclame a los cuatro vientos que la “máxima representatividad” del club la tenga él, cuando debería limitarse a realizar la gestión del club y dejar de querer el protagonismo. Una pregunta para la jueza María de los Ángeles Ruíz, ¿hasta cuándo va a permitir esta situación? Y para el Sr. Yamal Iglesias, máximo responsable de Bluebay, ¿a qué espera para hacer algo? 

Como ocurrió cuando el Málaga jugó la Liga de Campeones, es el equipo el que salva al club y a sus pésimos dirigentes.

José Manuel Velasco

Redactor Onda Cero Málaga