«El ‘Santo’ tiene licencia para fallar, otros no…»

Cuando el Real Zaragoza logró el empate en el libre directo de Tasende, Pellicer maldijo y no creo que lo hiciera por la demostración de vulnerabilidad de Alfonso Herrero. El portero toledano, tantas y tantas veces salvador hasta ganarse el apelativo de ‘El Santo’, pidió perdón por no evitar el gol de los maños tras tocar la pelota. La grada no discute su figura, el portero es intocable. 

Si me pongo en el lugar del entrenador malaguista, todas mis maldiciones irían dirigidas hacia Dani Sánchez, y no hacia Herrero. No es lógico que después de tanto tiempo jugando como lateral, vuelva a cometer un error que ya le hemos visto en bastantes ocasiones. Su conducción de fuera hacia dentro permite que los contrarios tengan ventaja para robarle el balón, todo un riesgo como quedó patente. Me repiten una y otra vez que en sus comienzos Dani Sánchez no jugaba de lateral, que su posición es por delante en la banda, etc… lo único que sé es que ni Dani Sánchez ni Víctor García ofrecen la regularidad en la izquierda que por la derecha otorga Puga. Todo el trabajo realizado para adelantarse en el marcador con el gol del ‘gladiador’ Dioni, se fue por el retrete.

El partido tuvo intensidad y al Málaga le faltó tomar las riendas. Por segunda ocasión consecutiva, como pasó en Miranda de Ebro, el equipo entrenado por Pellicer claudicó sin merecerlo. No fue justa la derrota como ya he dicho, pero a los jugadores blanquiazules les faltó un giro de rosca para someter al Zaragoza, el giro que permitiría mirar hacia arriba en la clasificación pero, lamentablemente, no hay para más. 

Me temo que se nos puede hacer larga la liga, no por desgaste que ponga en riesgo la permanencia, sino por quedar muy anticipadamente en tierra de nadie. No quiero que se entienda que ya está todo hecho, ni mucho menos. Quedan 17 jornadas por jugarse y muchos puntos por decidir, pero veo más difícil (que no imposible) que los de abajo empiecen a sumar ahora lo que no han sido capaces de hacer después de 24 partidos. El colchón es de siete puntos con el descenso, distancia tranquilizadora pero no definitiva. Cuidado. 

Cambio de asunto y me centro en la polémica mundialista. Elogio a las administraciones propietarias de La Rosaleda por el comunicado en el que salen al paso de las dudas y noticias falsas para corroborar su compromiso con la Málaga mundialista. Es un golpe sobre la mesa para dejar claro que la intención de remodelación del estadio es firme, pero, como tantas y tantas veces, permítanme que no sea un ingenuo y me muestre incrédulo. Santo Tomás dijo que hasta que no metiera las manos en las heridas de Jesús, no creería en su resurrección. Pues bien, aplaudo el paso al frente de la Diputación, Ayuntamiento y Junta, pero hasta que no vea el estadio nuevo, no terminaré de creer como le pasó a Santo Tomás. Son ya muchos años sea cual sea el partido político en el poder, escuchando proyectos sobre estadios, ciudades deportivas, ríos, auditorios, hospitales, etc… y uno ya está escarmentado. Incluso si Málaga queda fuera del Mundial por un posible pucherazo de la FIFA, los tejemanejes de la RFEF en favor de Valencia, o una defensa ineficaz de nuestra candidatura, la reforma de La Rosaleda y sobre todo de su entorno, es necesaria. 

Para acabar, lo de la asistencia a las gradas es el chiste malo de la semana. Por favor, para cerrar la polémica, no den más la que dicen es la asistencia oficial a La Rosaleda y si es posible, no dejen entrar al personaje del láser. No es la primera vez que este individuo se dedica a fastidiar y ya se dejó notar el día del Deportivo, aunque no fue tan cantoso como este último domingo. Gente como esta sobra en los estadios.

José Manuel Velasco

Redactor Onda Cero Málaga