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La etapa de Quino Soler al frente del banquillo del Trops Málaga tiene fecha de caducidad. El técnico malagueño y el primer representante masculino de la capital separarán sus caminos al final de la presente campaña, después de cuatro años y medio en los que el conocido entrenador y exjugador internacional llegó a meter al equipo en la promoción de ascenso a la liga Asobal hace dos temporadas. Sin embargo, Soler piensa que su ciclo en el Trops “ha finalizado” y, por tanto, “solo quiero pensar en lo que resta de temporada”, ha afirmado.
Por su parte, el presidente de la entidad, Alberto Camas, ha confirmado la noticia, al tiempo que se ha referido al todavía preparador de la escuadra azulona como un entrenador “trabajador, que se ha desvivido por el equipo”, ha manifestado. “A Quino le deseo mucha suerte en su nueva andadura y le doy las gracias, porque ha consolidado al equipo en la segunda categoría del balonmano nacional y esto no es fácil, ya que es una categoría muy exigente”, ha insistido. “Ahora mismo no pensamos en un nuevo entrenador. Hay que acabar la temporada de la mejor manera posible e intentar meternos en el ‘play-off’ de ascenso. Quino es un profesional y sabemos que lo va a intentar”, ha sentenciado el presidente del Trops Málaga.
Quino Soler Teruel (Málaga, 1973), llegó al Trops Málaga a mediados de la campaña 2020-21 para sustituir a Daniel Ibáñez, hoy míster del conjunto juvenil de la División de Honor. Su fichaje sirvió para evitar el descenso del equipo, haciéndolo, además, con holgura al acabar primero del grupo que luchaba por la salvación. El salto definitivo del cuadro malacitano se produjo en el curso siguiente, al clasificarse para el ‘play-off’, cuyas opciones de ascenso se mantuvieron hasta casi el final de la competición –quedó cuarto– y hace dos temporadas llegó, incluso, a tocar la élite con la yema de los dedos, al disputar la promoción de ascenso, a doble partido, frente al Cangas de la Asobal.
Como jugador, Quino Soler, que se desenvolvía en la posición de lateral izquierdo, fue uno de los miembros más destacado del mítico Puleva Maristas de la liga Asobal de la década de los 90, junto a Antonio Carlos Ortega, Pérez Canca, Gopin y compañía. Luego, en 1994, pasó a enrolarse a las filas del Granollers, con el que ganó dos Copas EHF, y dos años más tarde, fichó por el F.C. Barcelona, donde formó parte del ‘Dream Team’ que consiguió tres títulos de Liga Asobal, dos Copas del Rey, tres Copas de Europa, dos Supercopas de Europa y dos Supercopas de España.
En 1999, regresó al Granollers, donde permaneció hasta el año 2005 para luego regresar a Málaga y comprometerse con el Balonmano Antequera (2005-2008). El último club de su dilatada carrera como jugador –fue 20 veces internacional con la selección española absoluta y 104 con la júnior– fue el Pozoblanco (2009-2010), y en la temporada 2015-2016 se estrenó como entrenador en el Meridiano Antequera de División de Honor Plata.
La campaña siguiente fichó por el Ángel Ximénez Puente Genil de la élite, club en el que permaneció durante un curso y medio, para, después, regresar al conjunto antequerano, que ya contaba con la denominación actual, Club Balonmano Los Dólmenes, después de la desaparición del Meridiano Antequera. Durante todo este tiempo hasta noviembre de 2020, en que fichó por el Trops, Quino Soler asumió el rol de ayudante de Lorenzo Ruiz y director deportivo del primer equipo, y se encargó de la base de los conjuntos del club antequerano y del cadete de la selección malagueña.
El Trops ocupa en estos momentos la séptima plaza de la tabla clasificatoria, a un punto de la zona de ‘play-off’. Al término de la presente temporada, Quino Soler y el club malagueño se dirán adiós, después de cuatro años y medio de meritoria consolidación del primer equipo de la entidad en la División de Honor Plata, teniendo en cuenta que se trata del club más joven de la categoría.