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@RadioMarcaMLG || El Instituto de Fertilidad Clínicas Rincón cosechó una nueva derrota en la Adecco Oro ante el Quesos Cerrato Palencia (48-77) en un encuentro que tuvo dos caras bien diferentes. En la primera parte los malagueños estuvieron muy bien plantados sobre la pista, con un buen acierto en el tiro y una gran defensa. Tras el descanso ese acierto anterior bajó y minó mucho la moral de los malagueños, que cuando se vieron acorralados por el buen tiro exterior palentino no pudieron hacer más que hincar la rodilla, aunque eso sí, pelearon hasta el final aunque la suerte les fue esquiva.
De hecho en los primeros minutos de partido la ventaja benefició en muchos momentos a los nuestros, quienes tirando de la eficacia exterior de Kenan Karahodzic marcaba rentas cortas en el electrónico. A que el partido fuera de cara contribuyó Tuti Sabonis, muy centrado en el rebote y con mucho trabajo con los hombres grandes de Palencia. Así, con un triple sobre la bocina, los de Nacho Lezcano redujeron la desventaja que tenían a 19-18 en un despiste de la defensa del Clínicas, que no tapó bien el tiro.
Con Carlos Corts sobre la pista la intensidad cambió de inmediato. El junior de Unicaja, cada vez con más descaro y más confianza, remó sin parar a pesar de que los tiros no le entraban. Muy bueno en la dirección, aportó lo que le faltaba el equipo en algunos momentos. Un triple de José Alberto Jiménez cortó un peligroso parcial del Quesos Cerrato, que se escapaba sigilosamente sin hacer mucho ruido y aprovechando el desacierto ofensivo del equipo de Tomé (24-28). Con intercambio de golpes pudo ponerse el equipo a seis puntos (29-35) con un triple de Kenan y otro de Marko Grkovic, pero de nuevo un par de situaciones defensivas mal ajustadas privó al equipo de ir al descanso con un mejor resultado (29-39).
En la segunda parte llegó el apagón provocado por el cansancio y la inexperiencia. Con una media de edad de 17 años sobre la pista, Palencia empezó a cimentar su victoria. Sabonis anotó nada más salir un 2+1 (32-39), pero Urko Otegui se puso el mono de trabajo y McDowell afinó su puntería desde más allá de la línea de 6,75. Defendía bien el equipo, pero la desesperación de ver el gran acierto anotador del rival migaba poco a poco el ánimo. No obstante, la lucha no paró, pero el 40-57 al término del tercer periodo era demasiado castigo para un equipo que jugaba y lo intentaba sin parar.
Con la diferencia de 17 puntos Palencia jugó con más tranquilidad y quien tenía que apretar era el Clínicas. Francis Tomé puso en liza su quinteto más atlético, con Romaric y Sabonis como protagonistas, pero no bastó. Kenan era el único que acertaba de cara al aro y Carlos Corts fallaba un par de acciones de las que nunca suele fallar, pero el baloncesto a veces es estados de ánimo y la frustración de hizo dueña del equipo. A pesar de no bajar los brazos e intentar acabar de la mejor manera posible, Palencia fue muy superior y reivindicó una vez más el por qué está en la Copa Príncipe y por qué lidera la cabeza de la Adecco Oro. Al final, derrota por 48-77, pero con la cabeza alta y con las vistas ya puestas en el siguiente partido ante Lleida.
La buena primera mitad malagueña no fue suficiente // Guillermo del Castillo