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El centro cultural María Victoria Atencia de la Diputación de Málaga, situada en calle Ollerías, acoge desde hoy y hasta el próximo 23 de mayo la exposición ‘Imprenta Sur (1925-2025). Cien años, cien objetos’, para conmemorar el centenario de una de las imprentas más significativas vinculadas a la poesía española del siglo XX.
El vicepresidente de Cultura y Educación, Manuel López Mestanza, ha sido el encargado de inaugurar la muestra junto con el comisario, el poeta y editor Rafael Inglada, muy vinculado a esta imprenta desde comienzos de los años 80.
López Mestanza ha explicado que a través de documentación, a veces nunca expuesta, de dibujos, fotografías, maquinaria original, objetos personales y de ediciones impresas en Sur -que luego se llamaría Dardo- se hace un recorrido cronológico por las distintas etapas por las cuales atravesó la imprenta, desde sus inicios en Tomás Heredia hasta su adquisición por la Diputación de Málaga “para que no se perdiera este valioso legado, que sigue vivo gracias a las continuas ediciones del Centro Cultural Generación del 27, iniciadas en el año 2005”.
A través de los cien objetos de la exposición, “el público se hará una idea muy clara de cómo ha sido su fértil historia y la gran relevancia que ha tenido, y tiene todavía, en la publicación de hermosos libros, cuadernos y revistas artesanales”, ha expresado López Mestanza.
Entre los objetos que Rafael Inglada, comisario de la exposición, ha reunido, cabe resaltar algunas piezas de la imprenta Sur, como una impresora portátil muy parecida a la que usó Manuel Altolaguirre en Madrid, París e Inglaterra, después de que se desligara de Sur; un rodillo manual para hacer las pruebas de imprenta o una vitrina con tipografías de diversas familias.
También destaca el reloj de pared que Emilio Prados regaló a la imprenta después de que se desligara de ella o el libro de firmas en el que escritores, poetas y pintores dejaron el testimonio de su admiración por las obras editadas desde que la imprenta llevara el nombre de Dardo, con palabras de Vicente Aleixandre, Jorge Guillén, Concha Méndez, Blas de Otero, Alfonso Canales, María Victoria Atencia y Rafael León y Enrique Brikmann, entre otros.
En la muestra se pueden ver algunas fotografías poco conocidas o, incluso, inéditas, como un retrato de José María Hinojosa nunca expuesto antes.
Documentos como el de la solicitud que hiciera Emilio Prados al Ayuntamiento de Málaga para trasladar la imprenta de su primera ubicación en la calle de Tomás Heredia a la de San Lorenzo, y ejemplares de las numerosas colecciones de poesía que se imprimieron primero en Sur y más tarde cuando cambió su nombre en 1937 por el de Dardo, así como de revistas tan señeras como Litoral o Caracola.
Historia de la Imprenta Sur
López Mestanza ha afirmado que la Imprenta Sur “no solo va unida a la historia de la impresión de la poesía en Málaga, sino a la historia de la poesía española del siglo XX, con un valor incalculable”.
Fue en los años 20 cuando los jóvenes Emilio Prados y Manuel Altolaguirre comenzaron a trabajar con las máquinas monopol tipo Minerva, dando voz a los poetas de la época, que constituirían la Generación del 27. Son tres momentos los que destacan en la historia de la Imprenta Sur.
El primero fue en la segunda mitad de los años 20, con la publicación de Litoral (considerada la revista más emblemática de la Generación del 27) por Emilio Prados, Manuel Altolaguirre y José María Hinojosa (que se unió más tarde), y los libros de Lorca, Alberti, Aleixandre, y de los Propios Prados y Altolaguirre, entre otros.
El segundo período de esplendor se produce en el año 41, después de que la imprenta pasara a llamarse Dardo, y llega hasta la década de los noventa, gracias a las sucesivas generaciones de maestros impresores y de poetas editores como Bernabé Fernández-Canivell (el “impresor del paraíso”, como lo llamaba Vicente Aleixandre), Alfonso Canales, José Antonio Muñoz Rojas, Rafael León y María Victoria Atencia y Ángel Caffarena.
A ellos se sumarían otros más jóvenes, como Salvador López Becerra o Rafael Inglada.
El tercer momento destacado llega en el año 2001 cuando, para evitar su desaparición, se formaliza la compra de la imprenta Dardo (antes Sur) por parte de la Diputación y se entrega al Centro Cultural Generación del 27 para su custodia y conservación en esta sede.
A partir de 2005 se vuelven a componer e imprimir cuadernos y libros de poesía, creándose varias colecciones como El Castillo del Inglés, Cazador de nubes o La cama de Minerva, que perduran en la actualidad.
Asimismo, ha sido familia Andrade la que ha conducido el timón, desde sus inicios hasta la actualidad, de esa empresa, que aún mantiene la belleza tipográfica que tanto las caracteriza.
Actividades paralelas con motivo del centenario
En el MVA se celebrará un ciclo de conferencias impartido por especialistas en la historia de Imprenta Sur como José Infante, Francisco Ruiz Noguera, Salvador López Becerra y el propio Rafael Inglada; un taller, a cargo de Lorena Fernández Jiménez, sobre ‘Prácticas artísticas en la fabricación de papel’ y diez visitas guiadas a la exposición que tendrán lugar los días 12, 19 y 26 de marzo, 2, 9, 23 y 30 de abril y 7, 14 y 21 de mayo a las 18:00 horas.
En la provincia se llevarán a cabo doce sesiones del taller ‘Imprenta Sur 2025. 100 años de tinta y versos’, una producción de Minichaplin sobre tipografía y artes gráficas dirigida a los escolares de Alhaurín de la Torre, Benalmádena, Torrox, Campillos, Alameda y Rincón de la Victoria.