El Málaga CF se la pega en casa ante el Cádiz CF

Partido por la salvación. El Málaga CF recibió al Cádiz CF en el partido relativo a la jornada 30 de LaLiga Hypermotion y se saldó con una derrota preocupante. La victoria del CD Eldense anoche en la Romareda (2-4) puso patas arriba toda la zona baja de la clasificación y obligó a los boquerones para mantener alejados los fantasmas de la zona roja y no lo hicieron. El Cádiz CF asaltó La Rosaleda (0-2) en un partido muy aburrido por parte de ambos conjuntos. Melendo y Matos pusieron los goles en el 82′ y 88′ respectivamente. Por lo tanto, los boquerones acaban la jornada 30 en la 15º plaza con 39 puntos, cinco por encima del descenso. CRÓNICA | El Málaga CF se la pega en casa ante el Cádiz CF.

Sergio Pellicer puso en liza varias novedades en su once. Salió con Alfonso Herrero, Carlos Puga, Diego Murillo, Álex Pastor, Dani Sánchez, Izan Merino, Juanpe, Aarón Ochoa, David Larrubia, Antonio Cordero y Roko Baturina.

La primera parte fue una oda al aburrimiento. Tan solo una ocasión en los primeros 45 minutos hizo que los más de 20.000 espectadores que acudieron a La Rosaleda bostezasen. Claramente, los boquerones fueron de más a menos. Durante el primer cuarto de hora, los malaguistas tomaron el protagonismo del duelo, pero se disipó pronto. Conforme corrían los minutos, el Cádiz empezó a sentirse más cómodo pero sin capacidad de generar peligro. La primera y única ocasión de la primera mitad llegó de la mano de Cordero en el 31′. Tras una buena descarga de Roko Baturina y una conducción de Larrubia para darle un pase a la espalda, el jerezano definió con su pierna zurda, obligando a David Gil a despejar con sus piernas. Algún que otro despiste de Diego Murillo provocó un micro susto en el respetable de Martiricos, pero sin llegar a más.

Cuatro minutos más tarde, Gaizka Garitano tuvo que realizar el primer cambio del partido por motivos musculares. Brian Ocampo dejó el verde para que entrase De La Rosa. Lo único reseñable en ataque para los de amarillo era la pitada que recibía Ontiveros en cada balón que tocaba. Muy poquito más que contar de una primera parte muy lenta e insípida. En el descanso, Sergio Pellicer decidió no mover fichar. El técnico gaditano, tampoco.

El guión de la segunda mitad fue similar al de la primera, bocadillo de ladrillo. Absolutamente nada reseñable hasta cumplida la hora de partido. Llegados a este punto, el entrenador local introdujo un triple cambio para agitar la coctelera. Kevin Medina, Dioni y Lobete para dentro, Roko Baturina, Aarón Ochoa y Cordero, fuera. El Cádiz introdujo a Chris Ramos por Carlos Fernández. Esto animó un poquito a los boquerones con un par de intentonas que se tradujeron en ocasiones de Kevin Medina y Dioni. La primera, muy desviada; la segunda, en fuera de juego. En el 75′, el futbolista que ingresó al verde fue Luca Sangalli en el lugar de Juanpe.

La Rosaleda dedicó música de viento en el 80′ cuando Garitano quitó a Ontiveros para que entrase Melendo. De La Rosa también dejó el verde para dar entrada al exmalaguista José Matos. Rubén Sobrino y Zaldúa recibieron las primeras dos amarillas del duelo de forma casi instantánea. Y en el 82′ llegó lo que nadie esperaba, un gol. Melendo adelantó al Cádiz CF en una jugada infortunada de la defensa malaguista a pase de Matos. Esto sembró un runrún en Martiricos. Y lo que lo confirmó fue el segundo de los visitantes. Mano a mano de José Matos que definió a las mil maravillas por encima de Alfonso Herrero para poner tierra de por medio. Pellicer agotó los cambios introduciendo a Chupete en lugar de David Larrubia.

De esta manera, el encuentro llegó a su fin y el Málaga CF volvió a perder en La Rosaleda tras la dinámica de cuatro partidos sin perder. Por lo tanto, los boquerones acaban la jornada 30 en la 15º plaza con 39 puntos, cinco por encima del descenso.