«Triunfo con sabor a oro y tostón»

Celebro como el que más la victoria del Málaga por todo lo que representa en estos momentos. Era necesario ganar para olvidar el bochorno del fin de semana anterior en Albacete, y aumentar distancias hasta los siete puntos con el descenso ya que los malaguistas empezaron su partido sabiendo que el Eldense perdió el suyo ante el Elche. Clasificatoriamente, la victoria es de oro, en cuanto al juego mostrado por el Málaga no puedo decir lo mismo.

El partido fue un auténtico tostón. La sensación que me queda es que tal y como jugó el equipo entenado por Sergio Pellicer, fue suficiente para ganar a un pobre Racing de Ferrol, pero dudo que le sirviera para hacerlo ante los 10 rivales que se encontrará de aquí al final de la temporada. Llegamos a la hora de la verdad, donde a día de hoy, todos los rivales a los que se va a medir el Málaga se juegan algo, tanto por arriba como por abajo. La exigencia va a ser máxima y con el nivel visto ante el débil equipo ferrolano, mucho me temo que la victoria se va a antojar imposible. 

Aspectos positivos son la vuelta de Manu Molina al equipo. Durante toda la semana hemos estado pendientes de la evolución del onubense, y cada día en el que se decía que la esta era positiva, el malaguismo respiraba de alivio. Insisto en que la recuperación de Manu Molina es una gran noticia, pero lo preocupante es que la tendencia del equipo sigue siendo la misma: falta de ambición, de generar ocasiones de peligro y de remate. ¿Recuerdan algún tiro a portería de Dioni o de Chupete de los seis en total que se realizaron entre los tres palos?

Otro aspecto positivo lo representa que Lobete fue el mejor del partido. El jugador vasco marcó como un killer de área el primer gol del partido, y fue determinante en el segundo marcado por David Larrubia. Es un rayo de esperanza en el atasco ofensivo que tiene el equipo. Cuando Lobete abandonó el césped tras ser sustituido, la grada coreó su nombre como reconocimiento a su buen partido, otro como Kevin tuvo que escuchar algún silbido y eso que no fue su peor actuación.

La afición se pronunció y volvió a reclamar la dimisión del administrador judicial, José María Muñoz. Esta vez no fue solo la grada de animación, sino que toda La Rosaleda le indica al autoproclamado presidente la puerta de salida. No reforzar el equipo en el mercado de invierno ha sido una temeridad y después de lo de Albacete, la afición se ha pronunciado en el mejor escenario posible aprovechando los últimos minutos del partido cuando la victoria estaba asegurada. ¿Se dará por enterada la jueza María de los Ángeles Ruiz?

Otro motivo para la protesta hacia el Sr. Muñoz, lo ha generado su lugarteniente, el director general, Kike Pérez, porque en la mayoría de las ocasiones que éste sale ante los medios de comunicación, genera no pocas críticas. ¿Se acuerdan de cuando el Sr. Pérez dijo que el Málaga iba a cobrar 7 millones de euros por el traspaso de Horta al Sporting de Braga, cuando serán poco más de tres? Esta vez, el director general ha manifestado que habrá pocos fichajes la próxima temporada. Parece increíble que desde el club se diga algo así cuando el equipo va a tener que sufrir hasta el final para conseguir la permanencia, y es una realidad que la plantilla necesita no pocos retoques en todas las líneas salvo en la portería. Considero necesario que la afición se haya pronunciado de la forma en la que lo ha hecho para que los señores Muñoz, Pérez y Juarros (director deportivo), se den cuenta de que el aficionado malaguista no está adormecido y La Rosaleda no es su cortijo.

José Manuel Velasco

Redactor Onda Cero Málaga