«Pues Dios repartió suerte para el Huesca, señor Obispo»

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El nuevo obispo de Málaga, José Antonio Satué, tomó ayer posesión de la diócesis malagueña en la Catedral. Cientos de fieles asistieron al acto y Satué, oscense de nacimiento, sabedor del encuentro de ayer entre el Huesca y el conjunto de Pellicer, de forma simpática dijo
aquello de: “que Dios reparta suerte”. Pues el nuevo prelado, si es que tuvo tiempo de ello tras asumir su nueva responsabilidad con el mismo báculo de madera que ha utilizado en la diócesis de Teruel, donde ha ejercido como obispo los últimos cuatro años, pudo comprobar que la suerte celestial acompañó ayer al club de su ciudad de nacimiento.

Y digo suerte sí, porque ni el conjunto oscense ni el Málaga CF merecieron en el envite de ayer otra cosa que no fuese el empate. Sin embargo, la maldición de El Alcoraz que sufren los malaguistas cada vez que juegan en ese estadio volvió a presentarse ayer en el minuto 94 del partido, cuando ya todo el mundo firmaba las tablas y Lisandro, con su gol, rompía el libreto del encuentro.

Bien es verdad que el gol viene precedido de la jugada anterior al mismo, donde Rafa Rodríguez recibió una falta no sancionada por el colegiado, pero ello no justifica en modo alguno la pájara de la defensa en la acción posterior. Una vez más quedó retratado Víctor García con el tanto oscense, así como Murillo: el tanto llegó por su banda; ni uno ni el otro estuvieron acertados en esa acción. Los blanquiazules regalaron la primera mitad al cuadro aragonés y la promesa del de Nules, de que esta temporada los costasoleños tendrían un juego más ofensivo y divertido a la vez, ha quedado en apenas cinco jornadas en agua de borrajas.

En Huesca no se jugó nada bien y ni tan siquiera la mejora en la segunda mitad sirvió a los malaguistas para evitar la primera derrota de la temporada. Futbolistas como Larrubia han bajado bastante su rendimiento y el equipo lo está notando en demasía, porque no hay relevos en el grupo con su calidad cuando la muestra. En definitiva, paso atrás malacitano en la tierra del nuevo obispo de Málaga y sensaciones negativas en cuanto al juego del equipo.

¡Memoria, Compromiso y Fe! Sobre todo, esto último.

7 COMENTARIOS

  1. Fue el clásico partido que,si hubiera acabado 0-0,no nos habríamos llevado las manos a la cabeza. Un tiempo para cada uno y un punto también para cada uno. No hemos de llevarnos las manos a la cabeza por esta derrota,cruel porque ocurrió en la última jugada del partido. Pellicer planteó un partido prácticamente, con un Huesca que en el primer tiempo,como equipo local,arrinconó al Málaga pero sin peligro. La segunda parte fue otra historia porque el Huesca se fue diluyendo como el azúcar en el café y el Málaga fue creyéndose que podía ganar…hasta que llegó la desgraciada jugada que acabó con el gol de los oscenses. Ahora toca pensar en el Cádiz y hacer de la Rosaleda un fortín y cuanto antes lleguemos a la cifra mágica-50 puntos-a pensar primero en quedarse y después a cotas más altas,pero primero los pies en el suelo.
    Por y para siempre…¡Espíritu Bazán!

  2. No soy anti-Pellicer. Pero cada entrenador sirve para lo que sirve.
    Este es muy bueno para sacar jugadores del filial y tener una mentalidad para mantenerse.
    Pero si se quiere dar ese salto y tener otros objetivos (que no digo yo ascender con esta plantilla) como estar en la parte de arriba, estoy convencido que este entrenador sobra.

  3. Un pasito palante, dos pasitos para atras, lamentable actuacion del Malaga, cuando no se juega a nada, suele suceder que se pierda, como asi a ocurrido, continuacion de la temporada anterior, que desproposito.

  4. Ni un solo palo para el pésimo y nefasto entrenador que tenemos y nos llevamos comiendo tres años, nunca en la historia toda la prensa se unificó para ponerle una alfombra a uno de los peores entrenadores que han pasado por el C.D. Y Málaga C.F.

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