El marbellí nunca pasa de puntillas allá por donde pasa. El curso que recién empieza no lo arranca de la mejor manera. Como es habitual en él, la irregularidad física le conlleva no ser constante sobre el verde, un gran perjuicio para el Cádiz CF debido a la importancia que tiene en el equipo. En las cinco jornadas disputadas de liga, el canterano malaguista tan solo ha jugado en dos encuentros. Disputó 67′ minutos en el debut ante el Mirnadés y 29′ en Leganés en la segunda fecha. A partir de ahí, dique seco. Pocas opciones de que Ontiveros se reencuentre con La Rosaleda este domingo.
«El día del Mirandés tuvo un golpe. Estuvo un par de día sin entrenar, pero sigue regular. Es duda hasta el final y no sabemos si vamos a poder contar con él«, decía Gaizka Garitano en la previa del duelo que enfrentó a los amarillos ante el Albacete la pasada semana. Lo cierto es que no es algo novedoso. Ya en la recta final del curso pasado, donde el ’11’ fue pieza clave de los cadistas firmando once goles y seis asistencias, se fue cayendo de las alineaciones por problemas físicos.
En pretemporada no logró recuperarse del todo y ante el Mirandés, ese golpe sufrido le hizo recaer. Pese a que jugó en Butarque, la decisión del cuerpo médico del Cádiz fue la de darle descanso. Afortunadamente para el cuadro del Nuevo Mirandilla, no le están echando de menos. De momento no conocen la derrota, suman once puntos y son cuartos en la clasificación.
Gaizka Garitano valora la lesión de Ontiveros como crónica y así lo detallaba en la recta final de la campaña anterior: «Vosotros no lo sabéis y tampoco lo hemos dicho, pero Ontiveros lleva semanas sin poder entrenar. Tiene una dolencia crónica desde hace tiempo. Lo intentamos cuidar, pero no puede entrenar a diario. Se intenta que llegue a los partidos con infiltraciones o como sea«. El club gaditano lleva el tema de Ontiveros con un hermetismo total, por lo que es poca la información que publican los medios locales sobre el futbolista.
«Intentaremos de aquí a final de temporada que aguante lo máximo posible y cuidarle lo máximo posible. Está haciendo un esfuerzo por jugar, pero muchas veces no está para 90 minutos. Está para un rato, para 60 minutos o para 70. Si puede jugar 90 minutos, pues 90. Si puede media hora, media hora. Cada semana depende de cómo vaya su dolencia», argumentaba el técnico cadista. Volviendo a la actualidad, el futbolista sigue sin unirse al grupo en los entrenamientos y parece quedar casi descartada su presencia a un feudo malaguista que ya sabe lo que es recibirle. Lo ha hecho en un par de ocasiones. Vistiendo la camiseta del Villarreal B y la de su actual club. En la segunda, la temporada pasada, el respetable de Martiricos le hizo saber su valoración sobre él con una pitada cada vez que agarraba el esférico.
