Pellicer lo tenía guardado, esperó y aprovechó su momento. Tras la inesperada, merecida y contundente victoria sobre el Deportivo, destapó la caja de los truenos en la sala de prensa. El técnico podía haberse limitado a hablar exclusivamente del partido, del buen rendimiento de sus jugadores y de otras cuestiones que tenían que ver con lo que pasó en el césped, pero aprovechó lo sucedido para vivir ‘el momento Pellicer’. Con cierta rabia en su tono, soltó frases como “esta semana con el club tenemos que hablar de otras cosas” o “si tenemos que continuar de esta manera, que si la derrota, que si el entrenador… lo mejor es hacerlo ya” en referencia a una posible destitución. Además, mensaje para los jugadores descontentos, que ‘haberlos, haylos’, como “hay que hablar en el campo”.
No seamos hipócritas y vaya por delante que el estilo de juego del equipo no enamora. El desgaste que ocasiona el banquillo es tremendo conforme pasan las temporadas, y más aún cuando tus armas no te dan para aspirar a cotas mayores puesto que están destinadas para luchar por la permanencia, siendo prácticamente las mismas que sirvieron para lograr un ascenso milagroso. Dicho lo cual, Pellicer sabe que tiene al enemigo en casa y se encuentra en la cúpula directiva que componen los señores Muñoz, Pérez y Juarros.
El administrador judicial, convertido por obra y gracia divina en presidente del club, presuntamente, tenía adoptada la decisión de fulminar a Pellicer de producirse la derrota ante el Depor. Por ahora no le ha salido la jugada, y el de Nules espera explicaciones porque no hay peor ambiente de trabajo que el que se genera cuando sabes que quien toma las decisiones, te tiene en el punto de mira.
Por su parte, el director general, como siempre, pasa desapercibido cuando debería ser quien representase a la entidad, papel que asume el administrador judicial quien ya mismo cumplirá seis años de intervención. ¿Hasta cuándo?
Y el director deportivo recibe en cada alineación mensajes claros por parte del entrenador. Contra el Deportivo, de los fichajes llegados este verano a la plantilla, únicamente Joaquín fue incluido en el equipo titular. Dotor, Jauregui y Dorrio siguen calentando banquillo, mientras que Brasanac continúa pagando su tardía incorporación al estar en el proceso de pretemporada en plena temporada. No me olvido de Montero y Niño, sancionado y lesionado, respectivamente, que estaban siendo los únicos que habían demostrado regularidad junto a Joaquín. Dicho lo cual, poca ayuda le ha proporcionado el director deportivo al entrenador máxime si tenemos en cuenta que Pellicer prefiere contar con un canterano como Rafita (soberbio partido el suyo) antes que con Gabilondo para medirse a uno de los jugadores más en forma de la categoría como es el deportivista Yeremay.
Pellicer debe dar el golpe sobre la mesa ante las narices de José María Muñoz. O el todo, o la nada, pero andar con medias tintas y filtraciones sibilinas en su contra, no ayudan en nada a un equipo que va a estar luchando por evitar el descenso con tirachinas frente a tanques. Solo hay que mirar la alineación y ver que el técnico ha buscado como guardia pretoriana a los canteranos Rafita, Murillo, Larrubia, Rafa Rodríguez, Dani Lorenzo y Chupete, además de contar de los veteranos con el resucitado Juanpe y el renacido Alfonso Herrero, mientras que los mal llamados ‘refuerzos’ se quedan fuera del ‘once’.
Ojalá en la zona noble de La Rosaleda sintieran el Málaga como lo hace Dean Huijsen. El defensa central del Real Madrid e internacional español, nacido en Amsterdam pero malagueño y malaguista confeso, estuvo en el palco presenciando el choque contra el Depor, luciendo con orgullo una camiseta del Málaga CF con el dorsal 4, celebrando los goles blanquiazules y, posteriormente, el triunfo en el vestuario junto a los componentes del equipo. Sres. Muñoz, Pérez y Juarros, Pellicer puede estar más o menos acertado en su trabajo, pero no se merece lo que se le está haciendo porque, como Huijsen y como cada aficionado que sigue el Málaga de sus amores, siente y padece este escudo. El malaguismo es un sentimiento que no se consigue a través de nóminas, por mucho que se cobre y más alto sea el cargo que se ostente.
José Manuel Velasco
Redactor Onda Cero Málaga
Pocas veces ha estado usted tan acertado como hoy, el malaguismo se lleva en la sangre, se adueña de ti, y se tiene o no se tiene, Pellicer lo tiene, eso lo sabemos todos, pero…..y los señores Jose Maria, Kike Pérez y Loren Juarros?….
Hombre pero si desde estás páginas habéis cuestionado a Pelli y casi denostado…que poca memoria
Jon Pérez bolo estuvo en la rosaleda ayer, ese era el sustituto pactado por el club en caso de derrota….tal cual…
Lo que esta claro es que si ayer llega a perder nuevamente el malaga con el juego de los últimos 4 o 5 partidos , el 95 % de los socios nos hubiéramos cargado a pellicer . Entonces , que estamos hablando ??