
SÍ HAY QUINTO MALO PARA EL MÁLAGA (0-1)
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@SuarezRMarca | Que las desgracias nunca vienen solas es una triste realidad que se consumó en La Rosaleda. Una falta que no fue porque Nahuel se resbaló ante Weligton y el remate en plancha de Tissone de cabeza para batir a Kameni fue demasiado castigo para un Málaga que se vació al principio y al final del partido, pero que fue otra vez, por quinto partido consecutivo, incapaz de superar al meta rival.
Y eso que Gracia sigue buscando la fórmula mágica para que el equipo tenga más creatividad, para que sea capaz de generar más oportunidades, para que no sufra tanto sobre un rectángulo de juego. Dio igual. La entrada de Juanpi Añor junto a la continuidad de Duda apuntaba maneras, pero apenas duró un cuarto de hora. A paso de tortuga, el Villarreal, sin jugar a lo que sabe por su empeño en salir a la contra, se fue haciendo dueño del partido. Las contras de Baptistao, y la falta de ayuda a Boka -que vive como extremo siendo lateral- dejaron vendido en más de una ocasión a Weligton, que salía de una lesión. Si no es por el egoísmo del delantero y por los felinos reflejos de Kameni, la primera mitad ya habría visto un tanto visitante.
Mientras, en el bando local, Gracia se desgañitaba en la banda para optimizar sus recursos. Lo entendió Horta una vez, pero su remate en el segundo palo, libre de marca, lo mandó al exterior de la red para desesperación de la pacientísima afición malaguista. Fue la única oportunidad para los blanquiazules, un balance muy pobre para soñar con ganar.
Al menos se mantenía el empate en el descanso, pero se veía cada vez más cercano el tanto del Villarreal. Llegó, sin embargo, cuadno menos se lo esperaba. Nahuel resbaló al controlar un balón y el árbitro creyó ver falta de Weligton. El golpe franco lo lanzó con maestría Denis Suárez al corazón del área y Tissone apareció con un magistral cabezazo a media altura para marcar un golazo. Él no quería, mas fue un golazo en toda regla. La lástima es que el argentino batió a Kameni y no a Areola.
Quedaban 20 minutos y Gracia se jugó la baza de Tighadouini. El holandés está ya para quitarle el puesto al deprimido Horta. Un minuto le bastó a Tigha para aportar más que el portugués en todo el encuentro. En su primer balón remató a portería, pero Areola anduvo listo y despejó lo suficiente para que Charles no llegara al rechace. Luego, lo intentó por la izquierda con potencia y habilidad, igual que sus compañeros se volcaron al ataque más con corazón que cabeza. Y cuando eso ocurre suele pasar lo que pasó, que el marcador ya no se movió lo más mínimo.
Cinco jornadas ya, dos empates y tres derrotas, y ningún gol a favor. Es el único equipo de las grandes ligas europeas que aún no sabe lo que es cantar goooooooool. Y sin la salsa del fútbol no hay pan que alimente a nadie. Pinta mal.
Charles lo intentó
