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El partido que el Málaga disputará el domingo en Gijón será un partido para decidir. Un encuentro para que los hombres de Javi Gracia decidan qué rumbo debe tomar la temporada. Con apenas ni un tercio de campeonato disputado el equipo ha mostrado signos de irregularidad, fruto de un calendario complicado, una plantilla debilitada y una serie de lesiones que todavía no han dejado utilizar al navarro el once de gala que tiene. No son excusas, es la realidad de un año que se antoja de sufrimiento, pero que no me cabe duda de que saldrá adelante.
En Gijón, con un poco de suerte, el Málaga recuperará de nuevo a Camacho e intentará ir a por la segunda victoria consecutiva, esa que se resiste desde el pasado mes de febrero. Con lo apretado que esta todo no habría que descartar que una victoria blanquiazul deje a los malaguistas más cerca de Europa que del descenso. Pero que no se le nuble la mente a nadie, el objetivo fue, es y será siempre la permanencia. Estas fechas le gustan a Javi Gracia que ya sacó petróleo la temporada pasada durante este tramo de campeonato cuando consiguió el récord de victorias consecutivas del Málaga CF en Primera División.
Ante el Deportivo vimos, sin duda, al Málaga más completo de la temporada. Un partido que a diferencia de la anterior victoria ante la Real Sociedad, casi dejó inédito a Kameni que apenas tuvo que actuar. Poco a poco se va dando con la tecla, aunque este curso ha costado más de la cuenta. Además el Molinón es un campo fetiche para los blanquiazules que han ganado siete veces en territorio asturiano entre los encuentros disputados entre Primera y Segunda. Por si fuese poco, el hermanamiento entre ambas aficiones dejará un ambiente excelente en las gradas y añadirá el último ingrediente perfecto para que los malaguistas decidan. Para que decidan mirar hacia arriba y volver a sumar tres.