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@JuanjeFernandez || Los tiempos han cambiado en el Málaga. La época de bonanza se fue y aunque el equipo de Martiricos sigue gozando de un periodo de estabilidad en Primera División nunca antes visto, hay muchas cosas que se han trasformado para siempre. En plena crisis de resultados y con el equipo bordeando el descenso, la entidad de Martiricos sigue presumiendo del gran número de jugadores internacionales que conserva en sus filas. Es vox populi que la actual directiva blanquiazul tiene cierta predilección por tener jugadores internacionales en sus filas, aunque echando la vista atrás nada tiene que ver el papel de los jugadores y las selecciones de antaño con las de hoy en día.
En la campaña 2011-2012 el Málaga vivió, tras la buena inversión del año anterior, un boom en su política de fichajes. Los casi 60 millones de euros invertidos por el club dieron paso a una época en la que el conjunto de Martiricos llegó a tener hasta ocho futbolistas internacionales en activo. Kameni (Camerún), Demichelis (Argentina), Mathijsen (Holanda), Eliseu (Portugal), Santi Cazorla y Monreal (España), Rondón (Venezuela) y Sebas Fernández (Uruguay). Además, los blanquiazules contaban con numerosos jugadores que, aunque con gran experiencia internacional, ya no contaban para sus seleccionadores. Hablamos de Joaquín, Van Nistelrooy o Toulalan. Para colmo, los malaguista tenían en sus filas a jugadores como Camacho, Recio, Isco o Juanmi, futbolistas habituales en las convocatoria de categorías inferiores de España. Un año después y con algunas bajas el Málaga firmó a Antunes, Onyewu, Iturra o Roque Santa Cruz, jugadores todos con el cartel de internacional sobre sus cabezas.
Cuatro temporadas después, el Málaga ha subido de ocho a doce internacionales. Pero la calidad y la cantidad no han ido de la mano en este caso. La lista es amplia: Tighadouini, Amrabat y Mastour (Marruecos), Filipenko (Bielorrusia), Boka (Costa de Marfil), Kameni, (Camerún), Rosales y Juanpi (Venezuela), Cop (Croacia), Roque (Paraguay), Ricardo Horta (Portugal) y Ochoa (México). Algunos casos son dignos de estudio, como el de Mastour que siguió siendo convocado por Marruecos incluso sin la ficha federativa malaguista tramitada. También el de Ochoa que, tras un susto en la penúltima convocatoria, ha vuelto a las filas de la tri a pesar de no disputar un partido con el Málaga desde el pasado mes de febrero. Juanpi solo ha jugado un partido con la ‘vinotinto’ y su escasa participación con el Málaga está poniendo en peligro una proyección que parecía no tener techo. Cop es un actor muy secundario en Croacia, lo mismo le ocurre a Horta en la sub-21 de Portugal. Solo Rosales y Filipenko parecen tener un papel importante en sus respectivos países, pero analizando el lugar de Venezuela y Bielorrusia en el panorama del fútbol internacional, ninguna de las dos ha disputado nunca una fase final del Mundial, no parece que puedan acercarse a los internacionales de tiempos pasados.
Cazorla