
LA RESACA DE LA COPA GOLPEA AL VESTUARIO
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@SuarezRMarca | La eliminación de la Copa del Rey ha dolido en el vestuario del Málaga. Al menos en los más implicados en el equipo, porque la realidad, como desveló Camacho con sus palabras anoche, es que hay otros a los que ni les va ni les viene. Y ese es el problema, el de las manzanas podridas.
La resaca es terrible. No sólo porque se haya perdido ante un equipo de inferior categoría que tampoco hizo nada del otro mundo para llevarse la eliminatoria. Ni tampoco porque el equipo no rematara ni una vez entre los tres palos en la segunda parte. La resaca es terrible porque los guetos del vestuario han quedado al descubierto. Y si no hay unión y cada uno hace la guerra por su cuenta, las posibilidades de cambiar el rumbo se reducen hasta la mínima expresión.
Entre los que no hablan el idioma, los que no han querido implicarse porque se sienten minusvalorados por el entrenador, los que son más introvertidos por su carácter… Hacen falta voces autorizadas como la de Camacho. Pero también son necesarias las de Santa Cruz, Duda y Weligton, por hablar de los más veteranos y curtidos, de los que han vivido de todo y tienen que tomar la responsabilidad de ejercer como capitanes y de reconducir la situación, de llamar la atención a los que van a su bola, a los que llegan unos minutos tarde al desayuno, a los que hacen aspavientos a un compañero porque no les pasa el balón y se toman la venganza en la siguiente jugada quedándose la pelota.
La eliminación copera ha escocido, y mucho. El triunfo en Vallecas fue un bálsamo, pero se necesitaba el triunfo ante el Mirandés para no volver a caer en el desánimo. Sin embargo, la oportunidad que perdieron ayer algunos futbolistas no la van a recuperar. El entrenador les dio confianza y le volvieron a traicionar como hicieron en Anduva. Y lo peor es que no se ve por ningún lado el punto de inflexión. Lo mismo las palabras de Camacho tocan el amor propio de algunos, pero habrá que ver cómo se recuperan porque la resaca es de aúpa.
El vestuario del Málaga no es un polvorín
