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@SuarezRMarca | Abdullah Bin Nasser Al Thani lleva un mes ejerciendo como presidente ejecutivo del Málaga. Desde su residencia en Qatar, y aunque ha tardado más de lo que prometió en su día en su cuenta de twitter, ha ido tomando decisiones que han acabado con la salida de Casado, de Novo y de Husillos. Y habrá más aún porque el grupo de asesores dirigido por González Segura, contratado por el jeque para ello, amenaza con nuevos despidos conforme van completando la detallada auditoría de las cuentas de la entidad malacitana.
Al Thani ya ha comentado a sus más allegados dentro del club, al menos a tres personas, que estará en Málaga en el mes de enero, posiblemente después de Reyes, aunque sus planes siempre suelen ser impredecibles. Pero esta decisión parece firme y va en consonancia con la necesidad de implantar una nueva estructura en la que actuará -habrá que ver por cuánto tiempo- como cabeza visible.
Hay reuniones pendientes con las distintas administraciones, sobre todo con el tema de la Academia subrayado en negrita. Y también se busca más implicación del tejido empresarial malagueño, para lo que se necesita un reseteo de su imagen, maltrecha tras su abandono en la gestión de la entidad en los últimos cuatro años. Además, enero y febrero serán muy movidos desde el punto de vista extradeportivo con las demandas de Casado y el juicio con Bluebay.
Pero por el motivo que sea, Al Thani ha cambiado de estrategia. No volverá a invertir como lo hizo en sus dos primeros años, pero sí quiere más control directo, sin intermediarios, en la gestión diaria del club. Ya sea desde Qatar o desde Málaga, el Sheikh se ha puesto las pilas.
Al Thani