Compartir esta publicación
@JuanjeFernandez || El filial malaguista se encuentra cerca de conseguir uno de los objetivos encubiertos en esta temporada 2015-2016. Hablamos de meta disfrazada porque siempre que en la cúpula malaguista sale el tema del ascenso del segundo equipo a la categoría de bronce del fútbol español ante los medios, estos tiran balones fuera para hablar de la formación de jugadores con el propósito de que estos debuten en Primera División. “Si fuéramos a por el ascenso ficharíamos a jugadores de 22 o 23 años para intentarlo. El ascenso debe ser una consecuencia del trabajo que se hace. El nuestro es la formación. Si llega será una recompensa, no nuestro objetivo. Lo nuestro es formar y seguir llevando jugadores al primer equipo. Fornals y Ontiveros ya lo han conseguido y el año que viene espero que lleguen dos más”, comentaba Manel Ruano en la última entrevista ofrecida en febrero a Radio Marca.
A los malaguistas les quedan nueve finales por delante para poder conservar una posición privilegiada a la hora de poder luchar en los play-offs por el ascenso a Segunda División B. Ahora, tendrán que afrontar tres partidos claves fuera de casa en los que dos viajes serán muy importantes para conservar ese liderato en la recta final. El partido del próximo domingo ante el Vélez y el choque de dentro de tres semanas, parón por descanso incluido, en Mancha Real marcarán el camino de los blanquiazules en su objetivo por recuperar una categoría que se perdió hace nueve temporadas.
Además, el grupo IX puede estar ante un año histórico para los equipos malagueños. El Palo de José Carlos Tello ha conseguido 17 partidos consecutivos sin conocer la derrota. El Vélez de Lucas Cazorla se mantiene en la pelea muchos meses después del comienzo de la Liga, mientras que el Antequera de Aybar se ha descolgado un poco pero sigue muy vivo en la disputa de la cuarta plaza.
Tienen que conservar el liderato // Jennifer Lozano