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@SuarezRMarca | La pasión enfervorizada con la que se vive la Semana Santa en Málaga y en Sevilla se trasladará al Benito Villamarín para que el Betis y el Málaga procesionen futbolísticamente en un derby que promete espectáculo con el objetivo de lograr certificar cuanto antes su permanencia en Primera. Ambos llegan sin demasiados agobios a esta recta final de la temporada, pero con la querencia lógica de no complicarse la vida de manera gratuita.
El Málaga, dolido aún por aquel inmerecido triunfo de los verdiblancos en la primera vuelta, recuperan a Camacho, el hombre franquicia de este equipo, y a Duje Cop, al que se le ha echado más de menos de lo que se creía. Antes de lesionarse el croata había marcado en sus dos últimos encuentros y su esfuerzo en la presión a las defensas contrarias había facilitado las cosas a sus compañeros. Gracia, que también volverá a sentarse en el banquillo, se guarda la velocidad de Juankar, Atsu o Uche para la segunda mitad.
Enfrente, un Betis que parece haber encontrado el camino correcto con Juan Merino como técnico. Se fue Mel -Portillo lo echa mucho de menos- y su juego de interiores y llegó el ex centrocampista con su obsesión por las bandas. Eso, la revelación de Musonda y el eterno matrimonio con el gol de Rubén Castro ha hecho que los béticos se hayan situado en la zona media de la tabla a un pasito de la salvación.
El objetivo está muy cerca para ambos. Para Merino es una final este derby. Para Gracia no porque sólo se fía de las matemáticas. Habrá pasión en el césped y también en las gradas, donde es de esperar que los insultos vertidos por aquellos simpatizantes del Betis que acudieron a La Rosaleda y se ubicaron en la esquina de tribuna con gol se queden en el olvido.
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Betis y Málaga jugarán a partir de las 22.05 horas en el Villamarín