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@SuarezRMarca | Fue hace dos temporadas cuando el Málaga a punto estuvo de arruinar la temporada liguera del Atlético de Madrid. Todo estaba preparado en el Vicente Calderón para la gran fiesta del campeonato de Liga, para cantar el campeones, campeones. Sin embargo, el champán no corrió en el vestuario porque, aunque nadie contaba con los blanquiazules, al final los de Schuster amargaron la celebración a los de Simeone.
El resto de la historia también es conocido porque el Atleti se la jugó en un cara a cara con el Barcelona y acabó triunfando. Pero el canguelo que produjeron los malaguistas en los colchoneros no se olvida a orillas del Manzanares. Y ahora está más vivo que nunca en una situación con ciertos paralelismos.
El Atleti está empatado a puntos con el Barcelona, que sigue delante por el gol average, y con el Madrid al acecho a un solo punto. Cualquier tropiezo de ambos a falta de cuatro jornadas para el final será catastrófico. De ahí que los Simeone boys estén obligados a ganar a un Málaga que se crece ante los grandes. Como muestra, el partido en La Rosaleda de diciembre, con victoria blanquiazul.
El Málaga no se juega casi nada. Aún no tiene la permanencia matemática y los números también dicen que sigue vivo en la lucha por Europa. Pero descender o jugar competición continental son cosas utópicas que no van a suceder. Pero los de Javi Gracia ya han demostrado que, más allá de resultados, luchan hasta el final. Que se ande con ojo, pues, el Atlético de Madrid.
Camacho y Fernando Torres