Compartir esta publicación
@Pedromartinper || El ansiado regreso a Primera División pasa, en gran parte, por fortificar La Rosaleda. La bombonera debe ser, como hasta el momento, un fortín, un territorio tan hostil para los rivales que al pisar el césped de Martiricos sienta el calor de la caldera malaguista, que hierve y alienta hasta que su equipo consiga la victoria. Hasta el momento, a la caldera blanquiazul aún le faltan más grados de cocción para ser el estadio más ruidoso de LaLiga 1|2|3.
La Rosaleda es, a día de hoy, el tercer campo con más asistencia de media de la categoría. Por lo que se llevaría, en este aspecto, la medalla de bronce. La de plata es para un histórico del fútbol español, el Sporting de Gijón, que ha albergado en El Molinón una media de 20.330 espectadores para apoyar a los asturianos. En primera posición del ránking de aficionados se encuentra otro histórico que anhela regresar al lugar donde se despidió hace ya varias temporadas, el Zaragoza. La Romareda es el estadio más abarrotado con 21.363 personas de media, siendo así el equipo que ocupa el oro de espectadores.
Los boquerones, que se posicionan en tercer lugar en el ránking, poseen una media de 17.987, muy lejos de Sporting y Zaragoza. Si hablamos de los tres encuentros con más capacidad, dos de los tres han sido en el templo maño. Ante el Lugo (23.217) y frente a Las Palmas (22.386) son los partidos con más aficionados en las primeras siete jornadas de liga. El tercero, en El Molinón, en el partido que midió al Sporting contra el Nástic, con 21.484, 165 personas más que el Las Palmas – Málaga. En La Rosaleda, fue en el derbi ante el Córdoba el partido con mayor capacidad, con 19.175 gargantas.