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@SuarezRMarca | La Eurocopa, la Copa América, los Juegos Olímpicos… competiciones todas ellas donde pueden aparecer mirlos blancos, jugadores semidesconocidos que destaquen sobremanera y que puedan salir a un precio no demasiado alto. Esa es una de las principales razones por las que el mercado de fichajes, para muchos clubes, se encuentra ralentizado. El Málaga es uno de los que se quiere tomar con calma cualquier operación.
Arnau y Juande Ramos no han dejado ni dejan de trabajar en pos de encontrar la mejor plantilla posible. Pero la realidad es que, aunque tienen muchos frentes abiertos, casi ninguno está cerca de poder cerrarse como sí están los de Jony y Michael Santos. Salvo los casos de Albentosa y de Chantome, que sí requieren de cierta celeridad en las negociaciones, la dirección deportiva prefiere no precipitarse. Tienen muy claro lo que necesitan, y saben que hay un riesgo alto de que otros clubes se adelanten. Pero prefieren eso a no dar pasos en falso.
Sobre todo en lo que respecta a las dos posiciones prioritarias para el técnico del Málaga: el banda derecha y un nuevo delantero. De todos los fichajes que pueden llegar -entre 8 y 10-, para dar el salto de calidad que se pretende, estos dos roles, en los que se busca velocidad y desborde, son prioritarios. Y a dos meses vista del inicio de Liga, desde la dirección deportiva se considera que hay tiempo suficiente como para encontrarlos a buen precio conforme el mercado empiece a moverse.
Pero con todas las competiciones en sus inicios, con los jugadores concentrados en sus selecciones, parece difícil acelerar ninguna gestión. Por eso en el Málaga guardan calma, al menos aparente.
Juande Ramos