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@JuanjeFernandez || El Málaga afronta mañana ante el Athletic uno de esos partidos que pueden marcar un punto de inflexión en este inicio de la temporada. El conjunto de Martiricos llega al partido con un déficit de puntos que le sitúa en la zona más baja de la clasificación, aquella que linda con los puestos de descenso y que, desde luego, queda lejos de las expectativas generadas por el equipo en los meses de veranos durante la pretemporada. El partido de mañana puede dar alas al equipo en caso de ganar o puede mandar a los blanquiazules a vivir las dos siguientes semanas -habrá parón por selecciones- a los puestos de descenso en la clasificación.
Por eso, y más allá de los jugadores que utilice Juande Ramos para el partido, será clave la afición que acuda a La Rosaleda a ver el encuentro. En los primeros choques de la temporada, la asistencia no ha sido la que se esperaba y ya con el Eibar, partido entre semana, no se llegó siquiera a los 19.000 espectadores en el estadio blanquiazul. El Málaga llegó con facilidad a la cifra de abonados del curso anterior, pero una temporada más los horarios impuestos por el organismo que dirige Javier Tebas no están ayudando. A esto se suma el mal inicio de los malaguistas, que no han sido capaz de encandilar a los suyos.
El partido presenta algunos atractivos. Los nuevos videomarcadores del campo ya están casi instalados. Anoche se seguía trabajando, en la madrugada, para que mañana luzcan ante los leones. Se trata de una inversión del club que situará a los blanquiazules a la cabeza de los estadios de Primera en ese aspecto. Por otro lado, y no en segundo plano, queda la grada de animación. Los aficionados más intensos de La Rosaleda han preparado un recibimiento con la idea de arropar al equipo antes de un encuentro que se presente crucial en el devenir de las próximas fechas dentro de la entidad.
Los aficionados malaguistas apoyarán al equipo