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@SuarezRMarca | Había mucho temor, sí, mucho temor en el Málaga por este parón internacional. El equipo anda justito y enfrente llegaba un Athletic en racha al que La Rosaleda no se le había dado nada mal en las últimas temporadas. Y esos miedos se ratificaron cuando a los dos minutos Aduriz no tuvo compasión de Llorente y aprovechó el error para batir a Kameni.
En la grada, además de silbidos, se escuchó la típica frase que resuena en los futbolistas cuando las cosas no van bien. El 'échale huevos, Málaga, échale huevos' les duele y mucho. Pero el problema no es por falta de intensidad ni de coraje ni de ganas. Es, simple y llanamente, que no están cómodos con el sistema y que muchos jugadores están por debajo de su nivel.
Aun así, se ganó el encuentro y la plantilla respiró. Y hasta la directiva sonreía al final del encuentro en el palco y en los vestuarios. Normal, porque todos eran conscientes de que llegar al parón con tan solo 5 puntos y en descenso haría irrespirable la convivencia en el vestuario. Por eso dijo Juande aquello de que era vital.
Los blanquiazules ahora andan en la tabla décimo cuartos con 8 puntos, a 4 de la última plaza europea que ocupa precisamente el Athletic de Bilbao, aunque también a 2 del descenso, donde habita el Valencia. La siguiente jornada les llevará a visitar al Alavés. Pero mientras llega ese partido, el triunfo ante los de Valverde se puede considerar balsámico… y milagroso tal y como anda el equipo.
Duda celebra junto a Recio el tanto de la victoria del Málaga ante el Athletic || laliga.es