@SuarezRMarca | Era todo un reto para el Unicaja su enfrentamiento ante el Iberostar Tenerife, líder invicto de la ACB y que apalizó a la Cibona en su debut en la FIBA Champions. Nadie hasta el momento había sido capaz de frenar a los jugadores de Txus Vidorreta. Y si encima se intentaba sin Nedovic y tras el debut en Europa, la tarea incrementaba la dificultad.
Sin embargo, a pesar de la motivación de los canarios, en especial de Fran Vázquez, para continuar con su inmaculada trayectoria, los de Plaza salieron enchufados desde el primer momento para no dejar crecerse a los insulares. Un 9-18 en el primer cuarto hablaba bien a las claras de la intención malagueña de asaltar La Laguna. Por entonces, Musli hacía y deshacía a su antojo en la pintura, con un buen apoyo en el rebote ofensivo de Carlos Suárez y en el perímetro de Waczynski. Sólo la entrada de un intenso Vázquez y la aparición de English equilibró las cosas hasta llevarlas al 22-25 con el que finalizaron los primeros diez minutos.
En el segundo cuarto, los visitantes intentaron romper el encuentro de manera definitiva, aunque la idea sólo duró un par de minutos. Luego, apagón general en ambos equipos que dio paso a un bajón en la anotación y a una mayor preocupación por los sistemas defensivos. Smith y Musli mantenían a los suyos con ligeras ventajas, mientras que Doornekamp equilibraba el pulso por parte local. Al descanso se llegó con 33-38.
Tras la calma llegó la tempestad. 5 puntos consecutivos de Jamar Smith parecieron suficientes para pensar que ahora sí podría el Unicaja marcharse en el marcador. Pero nada más lejos de la realidad. Devin White contrarrestaba los esfuerzos del escolta rival y se veía acompañado en su esfuerzo por Beirán y San Miguel para ponerse sólo a 4 puntos. Haciendo la goma continuaron los insulares para llegar a la recta final sólo 2 puntos abajo (55-57) y con todo por decidir.
Fran Vázquez decidió que era momento para vengarse de sus ex e igualó a las primeras de cambio el encuentro, y volvió a hacerlo tras otra canasta de Jamar. No sería, sin embargo, hasta que quedaban 6'14" para el final cuando Doornekamp culminaría la remontada con 63-62 a favor de los de Vidorreta.
Las alarmas se encendieron y Plaza se vio obligado a frenar y a redibujar la estrategia. Y contar con buenos lanzadores como Smith y Dani Díez ayuda de lo lindo. Dos triples y el regreso de Musli a la anotación volvieron a poner el partido de cara para los visitantes, si bien los locales aún no habían dicho su última palabra. Por algo eran los líderes invictos y querían seguir siéndolo. Y se lo creyeron, claro que sí, cuando Beirán anotó la canasta para el 70-70 a 2'19".
Desde ahí, momentos de tensión, de desacierto, de descontrol… hasta que Alberto Díaz anotó su único triple del encuentro. Quedaban 32 segundos y Fran Vázquez le volvía a poner emoción con un palmeo con 27 segundos por disputarse. Pero ya no hubo más. Unicaja aguantó la posesión, Jamar Smith falló la canasta pero Alberto Díaz capturó el rebote decisivo para sentenciar un choque que acabó con la espectacular racha del Tenerife. El coco ahora es el Unicaja.