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El filial femenino malagueño del Unicaja no pudo romper la imbatibilidad de las baleares en su feudo de Son Moix, y acabó perdiendo por 74-61 en un partido donde el acierto desde fuera del equipo isleño marcó la diferencia.
Inicio duro para Unicaja Mijas
El encuentro arrancó con un claro dominio local. Azulmarino Mallorca Palma impuso una defensa en zona que ralentizó el ataque visitante, y gracias al gran acierto de cara al aro desde el perímetro, la ventaja se disparó hasta el 24-10 al finalizar el primer cuarto. A pesar de que Unicaja Mijas forzó varias pérdidas, no logró convertir ese guion defensivo en ofensiva incisiva, y quedó en evidencia la diferencia en ritmo y acierto.
Segundo cuarto y dormida ofensiva
El segundo periodo mostró un bajón colectivo en anotación: ambos equipos sufrieron para encontrar el aro. Aunque Unicaja Mijas mantuvo un buen nivel defensivo, la falta de fluidez ofensiva fue clave. Azulmarino aprovechó para ampliar la ventaja hasta el descanso, que se alcanzó con un marcador de 41-25 a su favor.
Ajustes sin vuelta atrás
Tras el descanso, Unicaja intentó reaccionar: el primer triple visitante llegó de la mano de Estel Puiggros y dio aire al equipo. Sin embargo, la ofensiva isleña volvió a funcionar con eficacia (una buena muestra fue la aportación de Marta García en el interior) y el mando siguió siendo local, con un 60-42 al finalizar el tercer cuarto. En ese tramo, la diferencia rondaba los veinte puntos y Unicaja Mijas no logró dar un golpe de efecto que levantara el partido.
Último cuarto: el intento llega, pero no basta
En los diez minutos finales, el equipo malagueño ofreció su mejor versión: mayor claridad ofensiva, buenas defensas, e incluso consiguieron acercarse hasta el 66-54. Pero el acierto exterior de las locales y algunas imprecisiones visitantes frenaron cualquier remontada. Finalmente, el marcador quedó en 74-61 para el Azulmarino Mallorca Palma.