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Alfonso Ussía, ha fallecido a los 77 años, un faro del columnismo satírico y un escritor prolífico cuya pluma marcó buena parte del periodismo español contemporáneo. Alfonso de Ussía Muñoz-Seca nació en Madrid en 1948, en una familia vinculada a la tradición literaria y aristocrática —nieto del dramaturgo Pedro Muñoz Seca. Desde muy joven abrazó la poesía satírica como forma de expresión, mostrándose siempre crítico, mordaz y lúcido. Con el paso de los años, se consolidó como una de las firmas más reconocibles del periodismo español. Colaboró en cabeceras tan relevantes como ABC —donde escribió más de 2.400 artículos—, La Razón, Diario 16, Época, la extinta revista El cocodrilo y, en sus últimos años, en el diario digital El Debate.
Su estilo combinaba la elegancia de la ironía clásica con la voluntad de cuestionar y satirizar el presente, sin miedo a la polémica. También dejó su huella en radio y televisión, con personajes humorísticos como el carismático “marqués de Sotoancho” o “Floro Recatado”, que mostraban su capacidad para mezclar entretenimiento, ingenio y crítica social .A lo largo de su vida publicó más de cuarenta libros, entre poesía, sátira, ensayo y narrativa. Obras como Fustazos y caricias, Cosas que pasan, o la serie Memorias del marqués de Sotoancho forman parte de su legado literario.
No rehuyó nunca el debate: su pluma fue a veces controvertida, siempre firme. Defensor declarado de sus ideales, incluso cuando fue llevado a los tribunales por sus opiniones, Ussía defendió hasta el final su libertad de expresión, una convicción que impregnó cada una de sus columnas y de sus libros.
Alfonso Ussía fue un gran ejemplo para el periodismo contemporáneo
Su trayectoria fue galardonada con distinciones tan destacadas como los premios González Ruano y Mariano de Cavia de Periodismo; el premio Jaime de Foxá de Literatura, la Pluma de Plata del Club de la Escritura, la Gran Cruz de la Orden del 2 de Mayo o la Medalla de Oro de Madrid. Más allá de los galardones, logró algo quizá aún más importante: una voz propia, diferenciada, respetada —capaz de provocar, de debatir, de entretener y de reflexionar. Su legado permanecerá en cada lector que se dejó conquistar por su humor, su estilo y su forma de entender España.
Alfonso Ussía nos deja el 5 de diciembre de 2025, en Ruiloba (Cantabria), donde tenía una casa y una relación muy afectiva con la tierra. Su partida conmueve hoy al mundo de la cultura y del periodismo, que pierde a uno de sus comentaristas más directos, a uno de sus humoristas más agudos, a un escritor fiel hasta el final. Quienes compartimos sus lecturas —y quienes aún lo haremos en los años venideros— conservamos su ingenio, su ironía y su mirada crítica. En cada frase, en cada libro, en cada columna, perdura su voz.
Descansa en paz, Alfonso Ussía. Gracias por tus palabras