¡Feliz Navidad!

No puede haber mejor forma de llegar al parón navideño que haciéndolo con un triunfo y si para colmo supone prolongar la racha de cinco partidos sin perder, mejor aún. Para mayor satisfacción, la victoria se consiguió sobre uno de los candidatos al ascenso que te supera en presupuesto y en potencial de plantilla, aunque, como ya es sabido, esto último hay que demostrarlo sobre el terreno de juego.

Particularmente, tanto para el técnico Funes como para sus jugadores no ha podido haber mejor forma para irse de vacaciones y despedir el año. Esta victoria sobre el Almería debe reforzar la tranquilidad que se instauró tras ganar en Albacete, por lo que significa asentar al equipo en la zona templada de la tabla. Así mismo, debe significar la convicción en sus ideas de un entrenador que llegó al banquillo de la peor forma posible, por como se gestionó su nombramiento por parte de la dirección deportiva tras la inevitable destitución de Pellicer.

Vaya por delante que cuando se decidió que el granadino diera el paso desde el filial al primer equipo, nadie alzó la voz contra su persona, pero sí contra Loren Juarros por su proceder y la demostración de la falta de un proyecto sólido. Para la historia quedará la explicación del dirigente malaguista para justificar el relevo Funes / Pellicer, cuando dijo que el técnico del filial era su “primera opción”, pero que antes hasta tres entrenadores rechazaron su ofrecimiento. Digo yo que sería la primera después de las otras tres. No estuvo afortunado, Loren, pero lo que importa es que el equipo consiga los resultados, que Funes siga creciendo en el fútbol profesional tras su precipitado estreno y que los jugadores sigan dando un paso al frente, puesto que estos no pueden eludir su responsabilidad tanto en las duras como en las maduras.

En este último aspecto no pudo ser mejor la respuesta que los futbolistas del Málaga dieron sobre el verde al gol del Almería y que suponía el empate con la segunda mitad bastante avanzada. Lejos de venirse abajo, los Dani Lorenzo, Larrubia, Rafa Rodríguez, Aarón y Chupete (la juventud al poder) tiraron del equipo para sobreponerse al mazazo del gol de los almerienses, y fueron a por la victoria frente a un Almería que no se esperaba esta reacción. No olvidemos la figura de un reforzado Alfonso Herrero, quien parece haber recuperado el apodo de ‘Santo’ con sus paradas determinantes, olvidando las dudas que generó en la anterior etapa con Pellicer o por su error grosero en Valladolid bajo el mando del nuevo técnico. Fíjense que hasta Galilea ha ganado en confianza y no se parece en nada al que cometía continuos errores que le retrataban en los goles del rival.

Queda claro que Funes está logrando transformar el estado anímico de este equipo, reforzado por los resultados con 11 puntos logrados de 15 posibles desde su estreno, y que está siendo el artífice para que Dani Lorenzo se esté soltando y convirtiendo en pieza determinante, así como que Larrubia esté recuperando la frescura que había perdido y que le caracterizaba, o que Aarón Ochoa esté dejando detalles en los minutos que está teniendo cuando aparece desde el banquillo, y como Chupete se convierte en el máximo goleador del equipo tras marcar por segunda jornada consecutiva y ganarse el puesto por delante de los demás delanteros.

No sé si es bueno que llegue este parón cuando el equipo ha alcanzado su mejor momento de la temporada, pero lo que sí es indudable es que todos los que lo componen, como el malaguismo en general, van a relamerse durante esta Navidad. Seguramente, las cartas a Papa Noel y a los Reyes Magos incluirán en la lista de peticiones, la recuperación de los lesionados de larga duración, que no se produzcan más contratiempos de este tipo, y, a buen seguro, la llegada en el mercado de fichajes de algún jugador que sume en lugar de algunos futbolistas que están en la plantilla que aportan poco o nada al Málaga.

¡Feliz Navidad!

José Manuel Velasco

Redactor Onda Cero Málaga