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@Pedromartinper || Un total de 97 días tuvo que esperar la hinchada blanquiazul para ver el estreno del equipo en la categoría de plata. Y eso es mucho tiempo para un malaguista. Alentados por la primera victoria de la temporada en el Anxo Carro más los constantes mensajes de Muñiz y sus jugadores sobre la importancia de la afición para los partidos de casa, las 18.626 personas que acudieron a La Rosaleda dieron un ejemplo de sentimiento y devoción por un escudo, el del Málaga CF.
Desde antes del pitido inicial, los cánticos retumbaban sobre los cimientos del estadio, mostrando a los jugadores del Alcorcón que la Bombonera es estadio de Primera División. Y lo demostraron durante los más de 90 minutos que duró el encuentro. El empuje y apoyo incondicional de los espectadores fue vital para que los de Muñiz dieran el máximo, incluso cuando las piernas y el físico llegaban a sus límites. Una simbiosis que terminó en locura, desfase y alegría de todos los que acudieron al duelo inaugural con el gol de Blanco Leschuk. Precisamente, el técnico asturiano afirmó en sala de prensa que el objetivo primordial para él y sus chicos era que la afición se sintiese “orgullosa” de su equipo. Objetivo más que cumplido.
Además del resultado, el Málaga y su hinchada tienen más motivos de celebración y alegría. De todos los equipos que ya han jugado en su feudo –aún faltan por jugar en casa Deportivo de la Coruña, Sporting de Gijón, Osasuna, Granada, Almería y Rayo Majadahonda- La Rosaleda ha sido el estadio con más asistentes. En el primer partido de Las Palmas en el Gran Canaria, fueron 12.407 espectadores. El segundo clasificado en el ránking de asistencia es un mítico del fútbol español, el Zaragoza, con 18.493, pero por debajo de los boquerones. En definitiva, el Málaga CF es líder en la clasificación y en afición. El jugador número 12 se viste de blanquiazul.
La afición malaguista