
LESCHUK, EL DELANTERO IDEAL DE MUÑIZ
Compartir esta publicación
@Pedromartinper || “Soy un delantero alto, rematador… pero más que nada soy trabajador, ayudo al equipo y todo eso se va a ver en el campo”. Estas fueron las primeras palabras de Blanco Leschuk en su presentación como malaguista hace algo menos de un mes. Pues bien, 25 días más tarde, y con apenas tres jornadas disputadas, Muñiz ha encontrado su `9´, precisamente, por plasmar sus palabras en hechos.
En el derbi del Mediterráneo saltó por primera vez como titular. Ante el Lugo y Alcorcón –en este último encuentro anotó el gol de la victoria- salió desde el banquillo como revulsivo para remontar el vuelo de un equipo que solo sabe lo que es marcar cuando el argentino se encuentra sobre el terreno de juego. En Galicia, donde participó a partir del minuto 54, vio de cerca cómo `in extremis´ los puntos volaban hacia la Costa del Sol. Aunque eso sí, no pudo ayudar con gol, pero el destino le tenía preparado un dulce estreno. Fue en La Rosaleda y ante su afición. El tanto de Leschuk que sirvió para consolidar el liderato del Málaga fue clave para que Muñiz lo introdujese en el once ante el Almería.
Ayer, Blanco dio un recital de cómo tiene que trabajar, moverse y bregar con la defensa un delantero centro. Su 1´90 de altura y su fortaleza física fueron claves para que, en cada balón que despejaba la línea de atrás, sacase provecho en cada acción. Las faltas que provocó y la continuidad que le dio al juego, siempre jugando de cara y con inteligencia para darle tiempo a sus compañeros a sumarse al ataque, fueron una de las muchas cosas que hizo a la perfección el “tiburón”.
Además, en la jugada del único tanto blanquiazul obra de Harper, Leschuk se desmarcaba al lado opuesto para generar un hueco muy bien aprovechado por el británico. Excelente movimiento. El argentino, que rozó la perfección en el tercer partido del Málaga, se consagra como uno de los pilares de Muñiz. Una pieza que ha encajado a las mil maravillas en el puzzle del técnico asturiano.
