
EL LIDERATO, PARA LOS POSTRES
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@SuarezRMarca | El empate ante el Deportivo en Riazor dejó un sabor amargo a un Málaga que se veía con el triunfo y que erró en una jugada desafortunada que aprovecharon los gallegos para igualar la contienda. Un solo punto que ayudó a mantener la distancia con los de Natxo González, así como el liderato, pero que ha aumentado la exigencia del hasta ahora líder indiscutible de Segunda.
Un privilegio que se pone en juego este viernes a la hora de la sobremesa por obra y gracia de una Liga que no tiene suficiente con dejar a los aficionados sin los internacionales de sus equipos sino que tampoco colabora con la hostelería ni casi con la conciliación familiar por sus controvertidos horarios. Mucho debe aprender aún de otras organizaciones que sí paran sus categorías de plata para que el espectáculo no se vea perjudicado.
Por ese virus FIFA, Muñiz se quedará sin Munir y sin N'Diaye. La baja del portero la suplirá Kieszek, mientras la del senegalés preocupa mucho más. Si el técnico gijonés no quiere variar nada más, será Lacen el sustituto, como ya hizo ante el Tenerife. El resto, con la duda de si Juanpi seguirá por tercer encuentro consecutivo como titular o dará la definitiva alternativa a Pacheco, serán los mismos con los que viene contando durante esta temporada.
Enfrente, un Albacete que sueña con los tiempos del Queso Mecánico y que está completando un gran inicio de campaña. Nada que ver con la agonía que sufrió la pasada temporada. Ahora, con Zozulya como gran estrella, y con sabor malagueño en los despachos, los manchegos buscan la sorpresa, y no sólo en La Rosaleda.
El Alba sólo ha perdido un encuentro de los jugados. Fue en la última jornada, en el Tartiere ante el Real Oviedo. El Málaga, por su parte, ha ganado los cuatro partidos que ha jugado como anfitrión. ¿Habrá quinto? A partir de las 16 horas comenzaremos a saberlo.
