@SuarezRMarca | En un glorioso tercer cuarto, donde los de Casimiro se exhibieron a nivel defensivo dejando en sólo 7 puntos a su rival, el Unicaja sentenció un encuentro que se le había puesto cuesta arriba tras una buena primera mitad del Rytas Vilnius. Pero la aparición de un gigante Shermadini y anular a un Seeley que había anotado 15 puntos en los dos primeros cuartos y nada en los dos siguientes, fue suficiente para firmar la quinta victoria malagueña en la Eurocup.
Y eso que salvo el 5-0 de salida, fueron los lituanos los que dominaron el electrónico durante los dos primeros cuartos. Ya avisaron los de Adomaitis con una respuesta monumental de 0-10 liderada por Seeley y Girdziunas, quienes no se cansaban de anotar triples como el que come pipas en un banco. Con un porcentaje superior al 50 % de acierto, se colocaron con un 7-13 que no fue a más porque Suárez elevó la intensidad en su canasta, impidiendo que anotasen los rivales en dos minutos y permitiendo a los suyos acercarse e incluso firmar tablas tras esos primeros diez minutos (21-21).
Con un 0-5 respondieron los visitantes en el inicio del segundo acto, en los que Seeley y, sobre todo en esos instantes, Bendzius, seguían con la muñeca fina, abriendo un considerable hueco, 26-38, a seis minutos para el descanso. La reacción entonces no se hizo esperar más porque de un 29-40 se pasó a un prometedor 37-40 con dos triples incluídos de Wiltjer en ese parcial. Pero a pesar de los rebotes de Lessort y de Shermadini, que permitían segundas opciones a los de Casimiro, los de Vilnius se marcharon al descanso con 5 puntos de ventaja y con un Seeley autor de 15.
Algo tuvo que pasar en los vestuarios de ambos conjuntos porque lo que se vivió en el Carpena tras la reanudación fue algo inexplicable a tenor de la marcha del encuentro. El Unicaja, espoleado por la marea verde, ahogó con una intensidad defensiva brutal a Seeley -que no anotó más en el encuentro- y al resto de compañeros. Ese esfuerzo tuvo su complemento con dos triples de Salin y de Jaime Fernández que pusieron por delante al Unicaja y que fueron clave para el 13-0 de parcial de salida. Cuatro minutos y medio tardaron en anotar los lituanos por medio de Kayris. Aún parecía haber partido con ese 56-50, pero la dinámica ya era imparable y con Shermadini de principal estilete los costasoleños firmaron el decisivo 27-8 con el que se sentenció el choque.
Quedaban aún diez minutos, pero sólo sirvieron para vivir el debut europeo del joven de 16 años Pablo Sánchez, para que el público se lo pasara en grande con algún alley-oop que jugaba con las leyes de la física y para redondear así una victoria que sirve al Unicaja para recuperar sus mejores sensaciones después de la derrota en Burgos el pasado fin de semana.