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@Danielnz97 || El Málaga de Juan Ramón López Muñiz es el único equipo en España, entre Primera y Segunda División, que ha conseguido ganar los siete partidos que ha disputado como local. Solo se le acerca el Espanyol, que también puede presumir del pleno de victorias en su estadio, aunque con dos encuentros menos (cinco de cinco). También está en la misma situación, pero en la Bundesliga, el Borussia Mönchengladbach. Pero hay que irse hasta Francia e Inglaterra para encontrar cifras similares. Nada más y nada menos que el París Saint Germain de Neymar, Mbappé y compañía (antes también el Lille, que empató a cero en su último encuentro en casa); y el Manchester City de Silva, Agüero 'and Kompany'.
Casualmente, los tres equipos tienen algo más en común que una simple estadística: la llegada de los jeques. En mayor o menor medida, este hecho cambió la historia reciente de cada uno de ellos. Al-Nahyan hizo al City un equipo ganador; Al Khelaïfi convirtió al PSG en el rey de Francia; y Al Thani consiguió que el Málaga participase por primera y última vez hasta ahora en la UEFA Champions League. Un emiratí y dos cataríes dispuestos a gobernar el mundo del fútbol. Aunque la realidad de la entidad malacitana es, a día de hoy, muy distinta a la de los dos gigantes europeos. Este registro como local vuelve a situar a los malaguistas, de forma simbólica, a la misma o a mayor altura que los grandes. Como hace algo más de un lustro.
Y, acerca de esto último, hace solo unos días, saltaba la noticia de que los dos primeros, según Football Leaks, habrían sido ayudados a quebrar el 'fair play' financiero por Infantino, el presidente de la FIFA. Si bien esta información ha sido portada a nivel mundial, en la capital de la Costa del Sol ha resonado con especial fuerza, ya que el conjunto blanquiazul se quedó sin disputar la Europa League en 2013 por una situación similar tras la sanción impuesta por el Comité de Control Financiero de UEFA.