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@Danielnz97 || El Málaga CF lo había ganado todo en casa. Pleno de victorias hasta el momento, un siete de siete que ponía a los blanquiazules al nivel de Manchester City y PSG. La mala racha a domicilio -con dos de 18 puntos posibles- perdía importancia por la buena posición del equipo en la clasificación y la envidiable trayectoria como local, con, además, solo un tanto en contra. La imbatibilidad del cuadro malacitano en La Rosaleda era el principal sostén de un equipo que no divertía pero ganaba, que era un argumento lo suficientemente sólido como para contentar a la afición. A día de hoy, después del partido contra el Granada, ni gana ni divierte.
Las cuentas empiezan a no salirle al Málaga. Los equipos que ocupan los puestos de play-off (y los que vienen detrás) comienzan a apretar: Cádiz, Osasuna, Mallorca… Si la sensación previa al partido era de que con ganar solo en casa parecía no ser suficiente para mantenerse en lo más alto -el equipo de Muñiz era líder en octubre y ahora es cuarto-, ahora que, además, el factor cancha falla, las cuentas, definitivamente, no salen. Y el conjunto blanquiazul tendrá que viajar hacia Baleares la próxima semana para medirse al conjunto mallorquín, rival directo que, de ganar, le superaría en la tabla y podría hacerle salir, incluso, de las posiciones de promoción de ascenso.