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@JuanjeFernandez || Uno de los debates que había dejado las dos derrotas consecutivas ante Extremadura y Granada había sido la pareja de centrales. Muñiz no le da bola a Lombán y tras los malos resultados un sector de la prensa y de la grada comenzó a cuestionar sino sería mejor tener algo de experiencia en el eje de la zaga en una categoría tan complicada como es la Segunda División. El central de Ávila volvió a ver el partido de Son Moix desde el banquillo y la apuesta no le salió rana a Muñiz. Si bien es cierto que Munir fue de lo más destacado por sus paradas, Diego González y Pau resolvieron algunas situaciones peliagudas sobre el césped.
La juventud fue la principal arma que ambos usaron para sacar el partido adelante. El Mallorca volcó el campo en el segundo tiempo y, salvo un error de marca de Dani Pacheco en el empate de los bermellones, el Málaga aguantó. Lo hizo en parte por la seguridad área de Pau Torres y la salida de balón de Diego González. El de Villarreal fue un muro atrás y sus despejes organizaron algún contraataque, como en el gol de Cifu. Diego pareció que se dividiera en dos. Sus ayudas al lateral con Lago Junior secaron al delantero marfileño que llevaba 8 goles hasta la cita.
Un aprobado para ambos futbolistas que les servirá para poner fin al debate y de paso asegurarse seguir siendo la pareja de centrales hasta la recuperación de Luis Hernández. Al madrileño todavía le quedan un par de semanas en el dique seco, 180 minutos para que la pareja de centrales más joven de la Liga siga haciendo su particular ‘mili’ en la categoría de plata.