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@Pedromartinper || El Málaga cayó por tres goles de diferencia, pero, aun así, la derrota no estuvo exenta de polémica. Cuando los de Muñiz iban 0-1 abajo, se produjo la jugada que cambió el rumbo del partido inmerecidamente para los intereses blanquiazules. En un contragolpe de los catalanes, donde Diego González pidió un fuera de juego inexistente, López Toca señaló pena máxima después de que el propio gaditano derribase a Querol.
A priori y en directo, parecía que el colegiado había acertado por la inercia en la caída del jugador visitante, pero la repetición de la ocasión dio la razón a las airadas protestas de Ricca y Diego González, que vieron de cerca cómo los pies de Querol no estaban pisando el área de Munir cuando fue derribado. La vigencia exclusiva del VAR en Primera División privó de cumplirse justicia en La Rosaleda. Una injusticia que perjudicó al Málaga, que puso el 0-2 para el Reus y, en definitiva, dio por imposible la ansiada remontada.