@Danielnz97 || Cierre a una primera vuelta notable, de más a menos, con una clara tendencia a la baja del Unicaja, que tenía la oportunidad de ser cabeza de serie en la Copa del Rey de Madrid, que se celebrará en febrero. Estaban obligados los malagueños a llegar con éxito al final de un Camino de Santiago en forma de partido que se le hizo largo al cuadro de la Costa del Sol, que se quedó sin fuerzas y acabó sucumbiendo ante Obradoiro. Los cajistas completan de la peor forma posible la mitad del campeonato liguero, con el encuentro ante el Barça en el Carpena como momento culmen. El conjunto de Luis Casimiro acaba quinto con un balance de once triunfos y seis derrotas.
Una obra de arte de Milosavljevic, con una triple finta, inauguró un marcador que poco tardó el veterano y experimentado Vasileiadis en darle la vuelta. Reacción inmediata de los locales con un parcial de 7-0 para establecer la que iba a ser la ventaja más abultada de todo el primer cuarto -cinco puntos-. Dos triples de Ryan Roberts y otro de Dani Díez, cada vez con más presencia -sobre todo tras la lesión de Carlos Suárez- en el esquema de Casimiro, colocaron al Unicaja de nuevo por delante en el electrónico (15-16).
Lessort volvió a matar el aro y aumentó a tres la diferencia. Kostas Vasileiadis, con pasado verde, contestó y Boatright, el nuevo fichaje de los malagueños, sumó sus dos primeros puntos en el encuentro. Ventaja por la mínima al final del primer cuarto (26-25), con una actuación sublime del alero griego de 34 años, que firmó 15 de los 26 de su equipo y cerró los primeros diez minutos con un triplazo. Dani Díez, el más acertado por parte de los cajistas que volvieron a perder en el rebote (diez a ocho), además del tiro de dos y los libres -casi simbólico en ambos casos, pero fueron más efectivos desde la línea de 6,75 metros (4/8; 50%, frente a 4/13; 31% de los gallegos).
Vasileiadis descansó y Monbus Obradoiro lo notó. Simons y Singler, entre otros, trataron de compensar, pero los gallegos acusaron la ausencia del gran protagonista del primer cuarto. Shermadini despertó del letargo y logró seis puntos casi consecutivos. Waczynski y Díez acompañaron desde la línea de 6,75 metros y el Unicaja se marchó al descanso con cuatro de ventaja en el marcador, aunque llegó a estar minutos antes seis arriba, que quedaron anulados por los triples de Benjamin Simons y Nacho Llovet. Al final, 41-45, que daba, de forma momentánea, el cuarto puesto a los de Luis Casimiro.
Robó Lessort y volvió a matar para darle de nuevo a los suyos el +6. Vasileiadis, que había cogido fuerzas, no falló de tres y aumentó su cuenta particular hasta los 18, aunque no iba a ser el griego el mejor de los suyos en el primer cuarto. Brodziansky se sumó al carro y evitó que el Unicaja despegara. Tanto fue así que, con la colaboración de Hlinason, redujeron la diferencia a solo un punto (55-56) pese al triple anterior de Wiltjer y el acierto en el poste bajo de Mathias Lessort. Salin, desaparecido hasta entonces en el juego ofensivo, apareció por primera vez para poner el 55-59. Intercambio de golpes al final para dejar el electrónico en 63-64.
Mantuvo el Unicaja el 50% de acierto en triples durante el tercer cuarto, lo que logró compensar el bajísimo 33% en tiros de dos. 6/6 desde la línea de 4,60 metros, claves también para mantener, aunque por la mínima, una renta que los locales lograron voltear al inicio del último acto (75-70). Reaccionaron los verdes, que se pusieron otra vez por delante (75-76) con dos triples de Roberts y Jaime Fernández, que firmó una de sus peores actuaciones desde su llegada a Málaga. Arreón y parcial de +6 para los gallegos, con Simons como protagonista, puso a Obradoiro 81-76 arriba. Los de Casimiro lo intentaron, se colocaron a uno, pero la victoria se quedó en Santiago y la cuarta plaza se fue para Tenerife (89-86).