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@Danielnz97 || El empate frente al Sporting de Gijón (1-1) confirma una tendencia muy a la baja en La Rosaleda. El Málaga es un equipo muy diferente al de la primera vuelta. No solo porque han cambiado jugadores, sino porque aquel conjunto que se dejaba muchos puntos fuera pero sí los sumaba en casa, ahora es el mismo que no pierde lejos de Martiricos desde el 25 de noviembre, pero que tampoco gana en su estadio desde el 19 de enero, con once de los últimos quince puntos ya en otros territorios del panorama nacional.
El partido contra el Sporting de Gijón era una gran oportunidad de unión con la afición, descontenta con el juego de los de Muñiz. Los resultados son prácticamente la única baza para mantener la ilusión del malaguismo, que cuando ve que su equipo no suma de tres en tres, entra en cólera por la falta de incentivos. Pragmatismo por bandera la del cuadro blanquiazul -a veces con más o menos éxito-, pero que vuelve a dejar en el tintero dos puntos más en el camino hacia el ascenso directo.
El empate frente a los asturianos no consuela a solo una semana de visitar al Granada, que puede volver a ponerse a seis puntos de los malacitanos. De esta forma, parece complicado que los de Muñiz puedan regresar al ascenso directo en un futuro cercano. Tendrían que esperar a que los nazaríes no logren la victoria en esta jornada y, en el Nuevo los Cármenes, ganar por más de un gol porque el golaveraje general favorece, por mucha diferencia, al equipo dirigido por Diego Martínez, que logró vencer en La Rosaleda por la mínima (0-1).
Mariño se hace con el balón // LaLiga