@JuanjeFernandez || La segunda semana de la ‘era Víctor Sánchez’ avanza a buen ritmo con el equipo centrado en el duelo del sábado ante el Mallorca. El técnico madrileño ha vuelto a plantear el trabajo desde el punto de vista de lo anímico y ya se le ha podido ver de nuevo cercano con sus jugadores en las sesiones celebradas en el Ciudad de Málaga. Aunque entre todos los que conforman la plantilla el nuevo preparador blanquiazul ya tiene su ‘ojito derecho’. Víctor ha apostado todas sus cartas a Javi Ontiveros y el de Marbella le ha contestado consiguiendo los dos primeros goles de la temporada y conduciendo al equipo hasta la primera goleada del curso.
Han tenido que pasar 35 jornadas y dos entrenadores por La Rosaleda para que Ontiveros recupere la sonrisa. No ha sido una campaña sencilla para el canterano blanquiazul. El extremo ha pululado entre la grada y el banquillo la gran mayoría del tiempo y hasta el choque de Alcorcón no había destacado el tarro de las esencias salvo en ocasiones muy contadas. Víctor ha detectado rápidamente la falta de calidad que tiene la plantilla en los últimos metros del campo donde claramente hacia falta alguien que tirase del carro ante la desidia que se había instaurado sobre el césped.
El técnico del cuadro de Martiricos ha estado en todo momento encima del jugador. Víctor, que dejó muy claro, que “todo el mundo empezaba de cero” con él se ha tomado al pie de la letra su modelo. Charlas aparte, especial atención en los ejercicios ofensivos, mimos y mucha complicidad es el método que está utilizando el entrenador con un jugador que a pesar de su juventud ya arrastra alguna que otra polémica en su corta carrera.
La importancia de Ontiveros no se limita a los cariños de Víctor en el entrenamiento. En Santo Domingo fue la estrella de la resurrección del Málaga. Al margen de los dos goles hubo detalles que se pudieron comprobar y que hablan de los galones que el nuevo entrenador ha dado al joven atacante. Ontiveros no tuvo que hacer labores defensivas, tuvo libertada para moverse por la zona ancha de banda a banda y fue el jugador en el que prácticamente terminaban todas las jugadas de ataque de los boquerones en Madrid.
