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@JuanjeFernandez || La Rosaleda se le sigue resistiendo a un Málaga que alcanza precisamente hoy los 100 días sin conseguir ganar en su feudo. Una racha que empieza a amenazar seriamente las expectativas de ascenso vía play-off y, que con la derrota ante el Mallorca junto a los resultados de esta semana, ya ha casi enterrado las de ascenso directo. Una especie de psicosis a jugar de local que comenzó con el batacazo de la noche del Reus y que se ha prolongado en el tiempo sobreviviendo incluso al debut de Víctor Sánchez del Amo, cuya ilusión desbordó el estadio boquerón consiguiendo firmar la mejor entrada del curso.
Desde el pasado 19 de enero, fecha en la que el Málaga venció al Lugo con tantos de Harper y Cifu, han pasado muchas cosas incluidas hasta unas elecciones generales o un cambio de entrenador. Al Barcelona le ha dado tiempo ha ganar LaLiga y al Unicaja a tirar por tierra muchos de los objetivos de la temporada. Muchos partidos, siete en concreto, en los que los blanquiazules han fracaso en el objetivo de la victoria de muchas maneras distintas. Derrotas justas e injustos al lado de empates aburridos y algo más interesantes.
La racha comenzó ante el Almería con un empate a uno en un choque que los de Muñiz por aquel entonces dominaron hasta el minuto 92 en el que Rioja consiguió poner las tablas en el marcador. Al punto conseguido en el derbi andaluz siguieron dos empates seguidos a cero ante Las Palmas y Deportivo de la Coruña. Dos resultados que aburrieron soberanamente al público malaguista y que comenzaron a sentar las bases de lo que acabaría siendo la destitución de Juan Ramón López Muñiz. El duelo ante Osasuna fue el siguiente pinchazo en Martiricos. Los boquerones hicieron la mejor primera parte del curso para acabar siendo remontados por los de Arrasate en la segunda mitad.
La crisis de resultado ya estaba abierta, pero se fue agrandando con el paso de las semana hasta el punto en el que los costasoleños solo han conseguido sumar un punto de los últimos nueve que disputaron jugando en casa. Se salvó un punto ‘in extremis’ en otro mal partido ante el Sporting acompañado de dos derrotas consecutivas ante Extremadura, que movió todos los cimientos del proyecto a Primera, y Mallorca, la más injusta de todas desde el prisma malacitano. Hasta el sábado se podía hablar de distanciamiento entre la grada y los jugadores. Pero en el encuentro ante los de Vicente Moreno, La Rosaleda registró la mejor entrada del curso superando ampliamente los 23.000 espectadores y recreando un gran ambiente.
Cifu, una de las voces autorizadas tras el pinchazo contra los bermellones negaba la psicosis tras el séptimo sin ganar como local. “No hay psicosis por jugar en casa. Obviamente lo que sí había eran muchas para poder encadenar dos victorias seguidas y ganar en La Rosaleda. Queríamos ganar por la gente que se ha volcado y lo ha dejado todo en la grada. Creo que por juego hemos estado por encima del Mallorca. Es una pena el resultado y una pena no poder dedicarle el triunfo a la afición”, sentenció el defensa granadino.
El sábado se vivió un gran ambiente // Marilú Baez